La gran contradicción que han traído consigo al poder la mayoría de los gobiernos de izquierda, allegados por la vía democrática en los últimos años y, que se encuentran en el centro de la crítica y la denostación hoy día, por sus formas poco convencionales para convocar a sus pueblos -y al resto del mundo, en el caso del neopopulista principal del orbe, Donald Trump- la constituye el hecho de que sus llamados a la cohesión social y a la armonía, los hacen a través de un discurso de denostación al contrario, imponiendo siempre el conflicto y la polarización, negando la mayoría de las veces el diálogo y evitando que aparezca el consenso.
Lo que ha desatado una crisis sin precedentes en el mundo, específicamente en nuestro país, pues ni en los gobiernos que arribaron al poder por la vía de las armas (durante la Revolución), se vieron políticas y desplantes fuera de toda lógica o impuestos “a la fuerza”, mediante golpes de autoridad carentes de consenso y acuerdo.
En los momentos en que se ocupaba “más Estado”, sobre todo “más Estado de derecho”, de “certidumbre legal” para los mexicanos, por ejemplo, los servicios y funciones que prestó el Estado Mexicano desde 2018 han venido en detrimento de la calidad misma, deteriorándose la seguridad interna del país, la salud de los nacionales y la economía de los productores en general; como ejemplos, la actual amenaza por el arribo de la plaga del llamado “gusano barrenador”; las 800 mil víctimas del Covid-19 por negligencia en el sector salud pública e, indiscutiblemente, los más de 200 mil homicidios de alto impacto perpetrados durante la administración 2018-2024, que le antecedió a la actual presidenta Sheinbaum.
No obstante lo anterior, hoy pretendemos ponderar, saludar con beneplácito a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, porque hay visos de que pretende reivindicar el rumbo de la política en nuestro país, tras seis años de andar el gobierno federal por veredas erráticas pletóricas de prejuicios y afanes de ‘vendetta política’.
Y decimos que el reconocimiento va dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum, porque sí creemos que la doctora tenga el control de la política en el país y esté en la misma sintonía de muchos de nosotros, simples opinadores y analistas que vemos el fenómeno mexicano desde nuestra óptica muy particular, pero en el mejor de los afanes, para construir... para aportar.
Es una convicción del suscrito, que Claudia Sheinbaum aliente al interior de su gabinete y de su equipo político en general, la presencia y la incidencia de voces que alientan a seguir una semiótica distinta en el derrotero político nacional, donde prive el diálogo, el consenso. Donde la política sea el “instrumento civilizatorio” por excelencia, para dirimir cualquier clase de conflicto.
Ningún pleito al interior de la sociedad resulta ‘barato’. Todo antagonismo político, es decir, toda actitud o desplante que ‘niegue a la política’ al diálogo entre las partes, engendra violencia en cualquiera de sus manifestaciones, propicias visiones reducidas de la realidad y argumentos que responsabilizan “al otro” o “a los otros” de nuestras deficiencias y errores.
Sin embargo, la política permite articular intereses variados, diferenciados; permite construir, en síntesis, soluciones compartidas por la población en su conjunto.
En el México de nuestros días, algo sin duda ha tenido qué ver la ausencia de la política en la construcción de gobernanza. Particularmente en la atención al tema de la inseguridad pública.
Por eso, nos congratulamos de que ya se vislumbre por lo menos un gobernador fuerte -políticamente hablando- al interior de la población que representa y dirige y sobre todo, que ese gobernador sea una de esas voces ‘de avanzada’ al interior del equipo de la doctora Sheinbaum, que tiene clara la necesidad de atender el tema de la inseguridad pública con un criterio que articule, que sume, que incluya a toda la sociedad mexicana, sin distingo alguno.
Se trata del gobernador de Sonora, el doctor Alfonso Durazo Montaño, connotado morenista, de los fundadores de ese movimiento, por cierto, quien es a la vez el presidente del Consejo Nacional de Morena, partido que llevó al poder a la actual mandataria Claudia Sheinbaum.
Alfonso Durazo conoce tanto del tema de la seguridad pública como de la gobernanza o gobernabilidad, pues es un político con oficio y con muchos años en la administración pública de este país.
Un funcionario que sabe de la importancia de la profesionalización y la capacitación permanente de los cuerpos policiales; que fue secretario federal de Seguridad y Protección Ciudadana… y se ha doctorado académicamente en estos temas.
Que sabe de la necesidad de integrar una red de servicios para el desarrollo de la carrera policial; así como de un sistema de seguimiento curricular a todos los integrantes de las fuerzas policiales del país, que registre desde su proceso de reclutamiento y selección académica hasta su vida en el retiro; para consolidar así un sistema de seguridad social integral para él y sus familias, lo que signifique a la vez, conformar un directorio completo y eficiente que dé seguimiento y hasta localización al elemento e incluso, hasta habilitarlo en una eventual crisis por ausencia o insuficiencia de “estado de fuerza”.
Durazo cree en la importancia del ciclo de la inteligencia policial y en las formas científicas de operar de toda corporación eficiente, como las de las principales democracias del mundo.
Así se explica que haya implementado desde su arribo a la gubernatura en aquel 2021, la llamada Universidad de la Seguridad Pública del Estado de Sonora; un proyecto novedoso que se propuso desde el primer día, contribuir a la consolidación de un sólido estado de fuerza pública y un adecuado estado de situación policial de la entidad que Durazo gobierna.
Pero, sobre todo, para devolverle la dignidad y el respeto a todos los elementos policiales que integran esa gran fuerza de servicio y fraternidad de aquel estado del norte del país.
Y es que los “¡abrazos, no balazos!” deben ser trocados por auténticos “tiros de precisión”, donde las municiones se integren con ojivas de corresponsabilidad social y casquillos de probidad moral… de honestidad, de parte de las autoridades.
Y en esto precisamente estriba el punto neurálgico de la presente entrega: el rubro de la seguridad pública y su abordaje, son el problema más urgente de la agenda pública nacional.
Para muestra basta un botón
La semana pasada en Hermosillo, la capital sonorense, Alfonso Durazo recibió numerosas muestras del deseo genuino del pueblo de Sonora, de que en el rubro de la seguridad pública se privilegien la investigación y el ciclo de la inteligencia, para poder armar carpetas de investigación de delitos con apego al debido proceso y en el marco de los derechos humanos de las personas involucradas.
Así, entonces, el gobernador Durazo de Sonora, anunció la creación del Ficoseg (Fideicomiso para la Competitividad con Seguridad del Estado de Sonora), el cual fue respaldado por la clase empresarial más representativa de su entidad.

Durazo rescató pues una estrategia del pasado que había resultado eficiente -de las pocas quizá- que constituye de por sí un instrumento novedoso para garantizar todos los planes y proyectos en materia de seguridad pública y, para cuando aparezcan repentinamente las plagas de fin de sexenio estatal o fin de trienio municipal, los servicios policiales estén suficientemente garantizados y en marcha, para ser ofrecidos a la población sin retraso alguno.
“Que no quede descobijado el rubro de la seguridad”, es la consigna común entre los sonorenses.
La gente misma quiere involucrarse en el tema allá en Hermosillo y en general en Sonora.
Por cierto, que en ese multicitado evento de presentación de Ficoseg, el mandatario estatal reconoció la iniciativa del empresariado sonorense, que impulsa y promueve -a iniciativa del propio sector- un aumento voluntario del impuesto sobre nómina del 3 al 4 por ciento, con excepción para las empresas de menos de 100 empleados, con el objetivo de contribuir de manera decidida a la construcción de un entorno seguro y competitivo.
Es decir, la propuesta anterior de incremento impositivo del 1 por ciento vino de la clase empresarial misma…
Presente en el acto, Altagracia Gómez Sierra, la coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización (CADERR), quien celebró la creación del fideicomiso como un modelo de gobernanza compartida y visión de largo plazo: “Hoy se consolida una acción colectiva que articula seguridad, inversión e inteligencia para el desarrollo de las y los sonorenses”, declaró Altagracia.

Por su parte, la presidenta de la Comisión de Seguridad Ciudadana en la Cámara de Diputados, Jessica Saiden Quiroz, expresó su respaldo al gobernador Alfonso Durazo y calificó a este paso, como un hecho sin precedentes en la entidad, al conjuntar esfuerzos entre gobierno, sector empresarial y ciudadanía para fortalecer las condiciones de seguridad en el Estado.El secretario de Seguridad Pública, Braulio Martínez Navarrete, por su parte, reconoció que el respaldo empresarial y social es vital para lograr una paz duradera en la entidad, al sumar esfuerzos que trascienden administraciones y colores políticos.
Líderes empresariales como Jorge Alberto Aguirre Robles, de Copes; Gilberto Robles Bustamante, de Coparmex Sonora Norte; y Francisco Díaz Brown, del Comité Ciudadano de Seguridad Pública, coincidieron en que este fideicomiso representa una herramienta estratégica para profesionalizar a las corporaciones, mejorar las condiciones operativas y generar confianza para nuevas inversiones.
Presidentes municipales y legisladores locales de Sonora, también se sumaron con total compromiso a esta estrategia, destacando su confianza en el liderazgo del gobernador Durazo para garantizar la seguridad de las familias sonorenses y el desarrollo sostenible del estado.
Y, por si fuera poco, como muestra de que se le “alinean los astros” a Durazo Montaño, el gobierno federal decidió instalarle un Batallón específico para la custodia de las ciudades sonorenses.
Se trata del Cuarto (4to) Batallón de la GN; evento para cuya entrega estuvo presente el secretario de la Defensa Nacional (Sedena); esto habla de la cercanía y respaldo hacia el gobernador Durazo que le brindan sus paisanos sonorenses y el Gobierno de la República respectivamente… aunque haya “picos de incidencia” delictiva.
El Gobernador Durazo -queda claro- está asumiendo la batuta y el liderazgo en temas de seguridad.
Héctor Calderón Hallal en X: @CalderonHallal1; fixiflaux99@gmail.com