Rebeka Zebrekos, periodista deportiva, acudió ante el Poder Judicial capitalino para pedir pensión alimenticia para su menor hija, sin imaginarse que ejercer sus derechos era el principio de una cadena martirizante de denuncias y persecuciones por parte de su expareja.

Rebeka Zebrekos, en prisión preventiva por exigir pensión alimenticia para su hija

Tras interponer una demanda que se resuelve en el Juzgado Familiar 12, Rebeka fue acusada de falsedad de declaraciones ante autoridad y vinculada a proceso de forma totalmente desproporcionada. La juez Nelly Ivonne Cortés le impuso prisión preventiva por dos meses a pesar de que el delito no lo amerita, separando a Rebeka de su pequeña hija.

Armado de un equipo con antecedentes de ser maestros en creación de impunidad, la expareja de Rebeka Zebrekos mantiene relaciones de poder y dinero con personajes de alto nivel. Comparte defensa con el feminicida de Abril Pérez Sagaón, ese grupo de abogados que se han especializado en relacionarse acordando previamente sus escritos para que cada una de sus peticiones les sean cumplidas.

El viernes, Rebeka Zebrekos acudió a una audiencia para ratificar la petición de medidas de protección pues previamente había vivido violencia familiar. Ese mismo día fue detenida y a la mañana siguiente, vinculada a proceso. La cadena de abusos en su contra demuestra cómo es que el sistema encubre agresores y favorece a quienes cometen abusos.

Jueza involucrada en caso de Rebeka Zebrekos, ¿con misoginia interiorizada?

Nelly Cortés, la juzgadora, tiene un amplio antecedente de casos en los que hombres con bastante poder logran consolidar sus pretensiones en contra de sus exparejas. Será por quedar bien con el poder o será por misoginia interiorizada, pero los comportamientos de la integrante del TSJCDMX rozan en la ilegalidad. Así como a Rebeka, esta juzgadora metió a la cárcel en 2012 a Ana María Orozco Castillo, víctima del exministro Góngora Pimentel, cuando Ana María fue denunciada por el delito de fraude genérico también por el poderoso exministro, al momento en que ella buscaba pensión para sus dos menores hijos que tienen autismo, procreados mientras el ministro estaba en la SCJN.

Mientras Rebeka Zebrekos está en prisión, su expareja acusa que la madre busque pensión retroactiva para su hija después de que él decidiera reconocerla años después de nacida. El derecho de la niña a recibir alimentos y manutención, según el agresor alimentario, es una forma de extorsión. No es hecho aislado que un hombre ejerza violencia económica en contra de niñas y niños, en nuestro país son poco más de 32.7 millones de mujeres con al menos un hijo, de las cuales 28 de cada 100 son madres solteras, separadas, divorciadas o viudas.

La pandemia y crisis económica agravó las condiciones pues hombres han utilizado el contexto adverso para castigar a las infancias, pero el caso de Rebeka Zebrekos no tiene que ver con falta de capacidad económica. Su agresor guarda un estatus tan elevado que además de costear al mismo despacho defensor del exdirector de Amazon en México que cometió feminicidio pagando 9,000 dólares, ha logrado comprar a la justicia.

La vida de Rebeka Zebrekos corre peligro

Ojalá el Magistrado Presidente y el Consejo de la Judicatura, Rafael Guerra, investigue y suspenda de inmediato a la juzgadora pues las medidas cautelares deben obedecer al principio de proporcionalidad, la Constitución no puede ser violada a diestra y siniestra por aquellos que se burlan de la ley. Hoy Rebeka Zebrekos está arropada por las colectivas feministas pero su vida corre peligro, igual que la de su hija. ¿Cuántas veces tenemos que ver repetida la historia de Cecilia Monzón para entender que los agresores son capaces de matar antes que pagar la pensión? ¿Cuántas veces tenemos que colocarnos en el mismo lugar donde estuvo Abril Pérez Sagaón antes de ser asesinada? ¿Cuántos juzgadores volverán a liberar feminicidas, como ocurrió con Abril, después de la detención? ¿Acaso el mandato de silencio para las víctimas es lo que busca imponer el TSJCDMX? De nada sirve tener igualdad ante la ley y derechos si, inclusive, son las instituciones las que utilizarán todo el Poder del Estado en favor de los agresores cuando las mujeres se atreven a buscar justicia. Si no fue para Cecilia, ni para Abril, ni para tantas mujeres, que sea para Rebeka, para su hija y para todas. Nunca más silencio: ¡LIBERTAD INMEDIATA PARA REBEKA ZEBREKOS!