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La intermediaria financiera no bancaria Unifin, informó este lunes 8 de agosto que dejará de pagar intereses y capital de su deuda desde la presente fecha y hasta el periodo necesario para negociar acuerdos definitivos con sus acreedores “en relación con una reestructura estratégica, de manera ordenada y consensuada”.

Este anuncio no representa un riesgo sistémico para el sector financiero del país, pero si representa un riesgo reputacional que pegara en el ánimo de los inversionistas, acreedores y clientes.

Unifin que preside Rodrigo Lebois Mateos es una Sofom —sociedad financiera de objeto múltiple— está especializada en arrendamiento de maquinaria para las pequeñas y medianas empresas, factoraje, crédito automotriz, financiamiento estructurado y créditos puente.

La medida, que contempla que las bursatilizaciones privadas sin recurso para la firma continúen cumpliéndose, tiene la intención de incrementar la flexibilidad financiera de la arrendadora, optimizar la aplicación de recursos y preservar la operación normal del negocio.

La Sofom cuenta con pasivos financieros totales por 79 mil 355 millones de pesos (tres mil 927 millones de dólares) de acuerdo con su reporte trimestral al cierre de junio, prácticamente el doble de los que contaba hace cinco años.

La intermediaria financiera no bancaria que cotiza en bolsa tuvo un crecimiento espectacular en los últimos años del gobierno de Enrique Peña Nieto: solamente en el 2017 la empresa reportó una utilidad neta de la operación superior a mil 771 millones de pesos, un monto de 46.3% mayor respecto al año inmediato previo; pero para el 2020, por efectos de la pandemia de covid-19 y el paro económico, la compañía empezó a tener graves problemas financieros, sobre todo un incremento de sus pasivos, por lo que solicitó otros préstamos para aliviar su mala situación.

El corporativo de Lebois Mateos reportó en el segundo trimestre del 2020 tres nuevas líneas de crédito; el aumento de una línea de crédito Nafin/ Bancomext por un monto total de 6 mil 200 millones de pesos, de los cuales 2 mil 700 millones fueron de capacidad incremental, una nueva línea de crédito con un banco comercial local por 5 mil millones de pesos y refinanciación por 70 millones de dólares con Barclays. También negoció un proceso para cerrar un refinanciamiento de 300 millones de dólares relacionados con las bursatilizaciones de mercado que estaban en ese periodo de amortización.

Entre los bancos comerciales que están financiando a la Sofom destacan Bladex y Azteca. En diciembre del 2020 la intermediaria financiera no bancaria recibió por parte del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) una línea de crédito por un monto total de 4 mil millones de pesos a un plazo de hasta 30 años.

La línea crediticia otorgada por la banca de desarrollo es un crédito revolvente para obras de infraestructura y este dinero se otorga por proyecto, el acreditado no cuenta con ese dinero en sus estados financieros y tampoco es para hacer frente a sus pasivos.

La línea de crédito de Banobras a Unifin ha registrado un único desembolso, para la compra de unas bombas para Petróleos Mexicanos (Pemex) con fecha 20 de diciembre de 2021, por 4.75 millones de dólares (equivalente a 98.5 millones de pesos), mismo que fue liquidado el 1º de marzo de 2022.

Al día de hoy, la línea se encuentra en ceros.

Unifin

A pesar de los espléndidos créditos que le otorgaron a la Sofom por parte de la banca de desarrollo, sus bonos, que vencen en 2029, cayeron a 56 centavos por dólar, acumulando hasta febrero de este año un descenso del 34%.

A medida que la deuda se desploma sus swaps de incumplimiento crediticio ahora descuentan una probabilidad del 63% de que la empresa deje de pagar su deuda en los próximos años.

Las acciones de Unifin, se desplomaron más de 70% solo en la jornada bursátil de este martes 9 de agosto tras el anuncio de la suspensión de los pagos de intereses y capital de deuda ante los problemas de la intermediaria financiera no bancaria para conseguir fuentes de fondeo.

Los títulos accionarios que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, cerraron con una caída de 88.8% en Moneda mexicana 1.46 por unidad.

Con el desplome de la sesión de este martes 9 de agosto, las acciones de Unifin acumulan una contracción de poco más de 96% en lo que va del año.

El pasado 16 de marzo S&P Global Ratings bajó calificaciones de Unifin a ¨B+” desde ‘BB-’ en escala global y a ´mxBB-/mxA-3 desde mxA/mxA-2´en escala nacional; estas calificaciones están en revisión especial negativa.

El que la banca de desarrollo haya prestado en condiciones muy favorables más de 6 mil millones de pesos a una empresa financiera no bancaria parece un error, ya que estos créditos a una Sofom que no está por completo regulada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) son muy riesgosos y no sabemos qué tipo de garantías haya dejado la empresa para que, en caso de incumplimiento, Unifin pueda cumplir sus obligaciones crediticias.

El capital contable de la intermediaria financiera no bancaria es aproximadamente de 12 mil millones de pesos y los recursos crediticios que recibió de la Banca del Estado representan más del 50% de ese total.

Las Sofomes deben de ser supervisadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. La Condusef en el ámbito de sus atribuciones también tiene facultades de supervisión y la Secretaria de Hacienda y Crédito Público también tendría que estar pendiente; pero parece que para el caso de Unifin las instituciones encargadas de la vigilancia no hicieron su labor con eficiencia lo que causa problemas a clientes, acreedores e inversionistas así como un riesgo reputacional para el sector financiero mexicano.

Los riesgos reputacionales en México han aumentado en los últimos años para las empresas e instituciones financieras por efecto, principalmente, de la aparición de las redes sociales; la creciente vigilancia y sensibilidad respecto a la corrupción y las conductas fraudulentas e ilícitas; y la demanda de unos servicios cada vez de más calidad e igualitarios por parte de los nuevos movimientos sociales y ciudadanos.