Lamento decirlo pero hay que aceptarlo, a los mexicanos nos gusta el chisme. No en balde tienen muchísimo éxito los programas de la farándula donde cuentan la vida de otros, donde se filtran audios y se revelan conversaciones de artistas y gente del espectáculo.
Desde siempre nos hemos distraído con ese tipo de programas a veces para ya no pensar en lo agobiante o lo preocupante que nos rodea en la vida.
El espiar nos genera placer.
Y este gobierno ha entendido perfectamente por donde es el camino.
Hoy por hoy, medio México se encuentra inmerso y distraído de la sección de “Ventaneando” de la gobernadora de Campeche Layda Sansores. (De veras, nadie podría hacerlo mejor que ella porque tiene un estilo muy peculiar.) Filtra y saca al aire audios que ya no se sabe si son reales, si son aderezados, si son irreales... pero que generan morbo.
El que se filtren videos y audios es de una muy baja moral, esa moral que dice tener Morena, y más allá de darnos cuenta que Ricardo Monreal tiene vínculos y hace alianzas con Alito y que el fantasma de Santiago Nieto aparece en este entramado, porque no queda claro si es Santiago Nieto, o cuál Santiago sea, pero la desconfianza de muchos nos lleva a pensar en él.
Y más allá de que nos hace darnos cuenta de que todos son iguales, no da para mucho más esos audios.
Ya nadie cree en nadie.
Todos van perdiendo credibilidad, solo pocos sobreviven.
Y en resumidas cuentas: De nada sirve todo esto para tener un mejor país, estos chismes no abastecerán de medicamentos el sector salud, no brindarán mayor ambiente de seguridad, no crearán un entorno de mayor armonía y unidad entre los mexicanos. En resumidas cuentas, nada más distrae y esa es toda la función.
Con estos segmentos de chismes de un lado y del otro pierde poder lo importante, lo que tiene sustancia y peso.
Y desde Morena lo saben y se carcajean por ello…
Qué pena por todos nosotros que nos volvemos parte de esta masa de ignorancia donde nos entretenemos con el chisme y no vemos más allá de ello.
Tenemos que ver mucho más allá de eso.
Es nuestro deber y por la patria hay que hacerlo.
Es cuanto.