El Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) acaba de ser reconocido como un grupo responsable en cuanto a su gestión empresarial, con un impacto muy positivo para la sociedad -pero lo más relevante- sostenible y amigable con el medio ambiente. Esto a través de un “Distintivo Empresa Socialmente Responsable” (ESR) que le fue entregado por la Asociación Civil Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).
La gestión de aeropuertos no es un trabajo sencillo, y GAP ha estado trabajando para mejorar sus propios procesos; esto es, ha invertido una cantidad considerable para contar con áreas que son fundamentales y con visión global para ejercer una buena ética laboral, así como para una correcta gestión empresarial, tanto en la parte social como en temas medioambientales.
Por eso no resulta extraño que desde 2009, de forma ininterrumpida, haya sido distinguido con este reconocimiento, no solamente a quienes hoy llevan las riendas de GAP, sino a la suma del trabajo de todos; cada rol dentro de la gestión aeroportuario es de capital importancia.
La obtención del reconocimiento como una empresa socialmente responsable, sirve para que dentro de su modelo de negocio se coloque como líder dentro del sector aeroportuario y sobre todo, mostrando que es capaz de llevar a cabo una conciliación entre el desarrollo económico y ambiental, sin descuidar su compromiso social.
Sin duda alguna las terminales aéreas son polos vitales de desarrollo, que permiten que la sociedad a su alrededor se vea beneficiada, por eso el impacto que tienen los aeropuertos no solo se constriñe a la actividad de albergar las operaciones de las líneas aéreas comerciales, sino que en la actualidad estamos hablando de un tema de movilidad económica y de conectividad, y que se hagan de forma sostenible, es sin duda todo un plus.
Así lo reseña el propio GAP a través de su comunicado: “La operación de los aeropuertos no solo implica eficiencia y seguridad, sino también la generación de valor para las comunidades, la promoción de prácticas y oportunidades laborales dignas, la reducción de la huella ambiental y el fortalecimiento del tejido social local.”
Aunque muchas veces no se llega a ver, la actividad económica alrededor de las terminales aéreas, implica también a las instituciones educativas. Alrededor de los aeropuertos suelen afincarse escuelas de aviación, ya sea privadas e incluso por parte del gobierno. Así que se genera una gran economía alrededor.
Otro punto importante es que todo este trabajo va de la mano con la agenda de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su plan de los “Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030”. No, les puedo asegurar que no se trata de “planes Iluminati” para dominar al mundo, sino que esta agenda está enfocada en combatir el cambio climático, ayudando a disminuir la huella de carbono.
Dicho lo anterior, GAP ha anunciado que está desarrollando e implementando una estrategia ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza), en todos sus niveles.
Raúl Revuelta Musalem, director general de Grupo Aeroportuario del Pacífico, manifestó sobre el reciente reconocimiento obtenido:
“Este reconocimiento refleja el compromiso genuino de nuestra organización con el entorno, las personas y la ética empresarial. Nuestro propósito es seguir implementando prácticas sustentables que nos permitan afrontar los desafíos del contexto global, siempre en línea con los criterios ASG”
Además, la industria aérea tiene un fuerte compromiso para cumplir la meta del 2050 con cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera; a diferencia de otras industrias del mundo, esta industria realmente está trabajando, no en hacer un simple “greenwashing” (lavado de cara ecológico), sino que tienen como prioridad hacer de sus instalaciones lugares donde verdaderamente se optimicen las energías.
Hemos dejado en el pasado las terminales aéreas que solamente servían de paso a los pasajeros; hoy el enfoque es distinto, pues ya no solo tienen dicha función, ser un edificio de tránsito momentáneo, sino que ahora, desde que se está construyendo una nueva área debe pensarse en qué tipo de energía se va a utilizar para la iluminación, ventilación, cómo se va a gestionar el manejo del agua, y un largo etcétera.
Les puedo asegurar que ahora que he estado viajando más, me he topado con gente que habla maravillas, por ejemplo, de cómo está quedando la remodelación del Aeropuerto de Guadalajara, gestionado por GAP, que es el tercero con más tráfico aéreo del país.
Muchas felicidades a GAP por este reconocimiento, la gestión de aeropuertos es una tarea imprescindible para el desarrollo de nuestro país. Hago votos para que sean un ejemplo para el resto de grupos aeroportuarios del país; la sana competencia impulsa la mejoras en beneficio de todos, pero en especial de los pasajeros.