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El diputado Ignacio Mier Velazco, coordinador del grupo parlamentario de Morena, presentó hace unos días una polémica iniciativa para crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar, a fin de que más de 45 millones de trabajadores formales se retiren del mercado laboral y puedan recibir una pensión mínima de 16,777 pesos al mes, que es el actual salario promedio. Lo que busca está reforma legal es que, si un trabajador ha cotizado las semanas necesarias para retirarse y le corresponda un pago menor en su jubilación al salario promedio este diferencial sea otorgado a la persona pensionada con recursos del Fondo.

Lo más controversial de la iniciativa morenista es que el Fondo del Bienestar se financiará inicialmente con los recursos de 2.2 millones de cuentas inactivas y no reclamadas que registran el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y las Administradoras de fondos para el retiro (Afores).

La oposición al gobierno de la Cuarta Transformación (4T), no está de acuerdo con la forma de financiar el fondo para complementar las pensiones debido a que sostienen que es un despojo a los trabajadores de su Afore, sin embargo, estas cuentas ya estaban contempladas en la ley para ser devueltas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

La Ley del Seguro Social, en su Artículo 302, refiere que el derecho del trabajador o pensionado y, en su caso, de sus beneficiarios a recibir los recursos de la subcuenta de Retiro Cesantía en Edad Avanzada y Vejez (RCV) es imprescriptible. Sin embargo, en caso de que hayan pasado 10 años sin que la cuenta haya sido reclamada por el trabajador, pensionado o beneficiarios, el IMSS podrá disponer de dichos recursos.

La Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para el Retiro (Consar) informó el pasado mes de agosto que había puesto a disposición del Instituto Mexicano del Seguro Social 946 millones 176,783.51 pesos que pertenecen a las subcuentas de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez de trabajadores que han fallecido o que no han retirado su dinero una vez que llegaron a la edad de retiro, de acuerdo con información obtenida mediante la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), en este sentido, el monto que la Consar traspasó al IMSS pertenece a 265,785 cuentas en las administradoras de fondos para el retiro.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en la conferencia mañanera del pasado 11 de abril sobre las cuentas de Afores no reclamadas que “se hace un cálculo de hasta 40 mil millones. Estoy hablando de lo que no está reclamado. Entonces, eso, no todo, sino una parte, porque hay que dejar una reserva, porque si alguien presenta una denuncia, un familiar, se le tiene que entregar, mientras tanto pasa al fondo de pensión”.

La secretaria de gobernación, Luisa María Alcalde, publicó en su cuenta de X (antes Twitter), que las administradoras de Afores solamente habían devuelto al IMSS recursos de cuentas no reclamadas hasta el pasado mes de marzo por un monto de 1,500 millones de pesos cuando el monto es de aproximadamente 40 mil millones de pesos.

Hay que recordar que, en 2020, el Congreso de la Unión aprobó reformas a la Ley de Seguridad Social y la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro donde se estableció un tope a las comisiones que cobran las administradoras de fondos para el retiro.

La comisión que cobraban las Afores a los trabajadores por manejar sus recursos antes de las modificaciones a la ley eran del 0.98% en promedio, el doble de lo que cobran sistemas similares en Estados Unidos o países como Suecia, en donde es de 0.45 o 0.50% respectivamente, y eran más altas de las que tienen países de América Latina como Chile que es de 0.54%, mientras que en Colombia es del 0.62%.

Para este año el monto máximo que pueden cobrar las administradoras de Afores por concepto de comisiones es el 0.57%.

También, con las modificaciones a la Ley del Seguro Social, se redujo el número de semanas de cotización para el retiro, al pasar de 1,250 a 1,000 de manera gradual hasta 2031. Además, se dispuso un aumento gradual de las aportaciones por parte de los patrones a las cuentas individuales de sus empleados. Se tiene previsto que este año las aportaciones a cuentas individuales asciendan en un 15%.

Las reformas hechas por el gobierno de la 4T en el 2020 a la Ley de Seguridad Social y la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro fueron reconocidas por organismos internacionales como la solución ideal para que los mexicanos alcancen pensiones más decorosas; sin embargo, para el presidente López Obrador estas modificaciones no son suficientes para alcanzar una pensión digna para muchos mexicanos y por eso se está haciendo el Fondo de Pensiones para el Bienestar.

El sistema mexicano de pensiones se reformó en 1997, transitando de un régimen en el que el gobierno se hacía cargo de la administración de las pensiones a través de una bolsa concentradora, hacia un sistema de cuentas individuales de contribución definida, administradas por empresas privadas. Estas reformas han incluido a trabajadores del sector privado asegurados por el IMSS, a empleados del gobierno federal asegurados por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y a algunas otras agencias gubernamentales.

A la reforma de Zedillo al Instituto Mexicano del Seguro Social, para los que laboran en el apartado A (1997), siguió la del expresidente Felipe Calderón al ISSSTE para los del apartado B (2007). Posteriormente prosiguieron la individualización de cuentas para el retiro de los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad y el IMSS (2008) y, durante 2010, los nuevos contratos colectivos de los trabajadores de la aviación que modificarían severamente sus pensiones, en especial a los de reciente ingreso.

El régimen de cuentas individuales que se instituyó en México hace 20 años, fue una respuesta al antiguo régimen de pensiones que ya experimentaba un severo agotamiento y amenazaba, a decir de muchos analistas, con provocar una crisis que acarrearía dejar sin pensión de retiro a futuras generaciones.

El Fondo de Pensiones del Bienestar es una buena medida para que los trabajadores alcancen una pensión digna ya que según estimaciones del 2018 de la empresa especializada en seguros para empleados Lockton México, los trabajadores que cotizan en el IMSS desde el primero de julio de 1997 y que por tanto tienen una cuenta de Afore, cuando se retiren recibirán una pensión de 2,300 pesos mensuales. En su estudio que lleva por nombre “¿Qué no ha funcionado del modelo de las afores?”, refiere que lo anterior se deberá principalmente a que pocas personas lograrán cumplir las semanas de trabajo que exige la nueva formalidad, las aportaciones para el ahorro de los asalariados son bajas y las comisiones de las administradoras son altas.

La oposición al gobierno de la 4T debería de apoyar este “Fondo de Pensiones del Bienestar” y dejar a un lado el manejo de información malintencionada, señalando a la actual administración de pretender robarle a los trabajadores el dinero de las Afores.