No hay nada peor que tratar de verle la cara a tus compañeros de trabajo, en tiempos de crisis y de incertidumbre procesal. Por ese camino ya transitamos los trabajadores de la antigua Mexicana de Aviación, y es que justo cuando la desesperación, angustia y duda eran el pan nuestro de cada día, algunos compañeros se autonombraban “líderes”, y aseguraron que solo ellos trabajaban por los intereses de todos.

Permítaseme poner el contexto. Puedo decirles que esa historia ya la viví, en primera fila. Recuerdo como si hubiera sido ayer que una compañera, de la cual no vale ni siquiera decir su nombre, subía videos a sus redes sociales, mostrando con gran orgullo un documento con un sello de “recibido” de la oficialía de partes del Poder Judicial de la Federación, diciendo con toda vigencia que tenía en sus manos la prueba fehaciente de “que las cosas iban avanzando”. Así de impreciso, así de inconexo.

Evidentemente no era más que un recurso mediático, porque en estas aguas hay quienes prefieren ser un poco histriónicos y melodramáticos para llevar la narrativa a donde ellos quieren. En este caso, el principal motor de la compañera era lograr que la mayor cantidad de compañeros se sumaran a demandar “individualmente” a Mexicana de Aviación, es decir, haciendo a un lado a los sindicatos, y nombrando como su defensor particular a un despacho en concreto.

¿Y en qué quedó todo aquello? En los hechos, en que solo unos cuantos hicieron negocio con la desesperación de sus propios compañeros, porque sus famosas demandas no llegaron a nada; al final los trabajadores aceptamos la salida propuesta directamente por el gobierno federal, y hoy estamos esperando la segunda dispersión, que todo indica se dará una vez pasadas las elecciones.

Si me preguntan el porqué del retraso del segundo pago, respondo que se debe a que los seres humanos somos avariciosos, codiciosos y muy desleales. En resumen, un grupo de trabajadores demandó que ese dinero (la segunda dispersión) fuera nada más para ellos, y ya se saben ustedes cómo funciona el sistema de impartición de justicia, hay que esperar a que los procesos judiciales concluyan, y se resuelva si procede o no la pretensión, que la resolución quede firme y sea irrevocable, para entonces poder cobrar. Entre los propios trabajadores nos ponemos el pie.

Dicho lo anterior regreso al caso de Interjet. Por si ustedes no lo tienen fresco en la memoria, a principios de año la familia Del Valle llevó a cabo una conferencia de prensa -bastante cutre he de decir- en la que fueron acompañados por pilotos y sobrecargos de ABC Aerolíneas, o sea de Interjet. Dijeron que con su presencia era respaldando a “los dueños” en su fantasía animada de que Interjet “ya merito va a volar”.

Se les ocurrió que fuesen con su uniforme para dar la imagen de “estar a punto de retomar el vuelo”, sin embargo terminó en ser un espectáculo patético y decadente de nimios resultados. En esa rueda de prensa estaba presente el capitán Mauricio Morales, recuerden este nombre porque va a ser importante más adelante.

En este mismo espacio les había comentado con anterioridad que no se ha dado el pago a los trabajadores decretado en el concurso mercantil, porque el juez no ha autorizado la propuesta del síndico Alfonso Ascencio Triujeque, debido a que, entre otras cosas, se había apartado para sí, 25 milloncitos de pesos (centavos más, centavos menos) para garantizar sus honorarios.

El juez que lleva este juicio ya le dijo en varias ocasiones que ese esquema de dispersión es inviable. Pero, nunca falta el acomedido en estos temas, y el capitán Mauricio Morales ni tardo ni perezoso, se ha autonombrado “vocero” de los trabajadores de Interjet, y dice encabezarlos en la lucha frontal y aguerrida para conseguir que les paguen ese dinero.

Si no lo hubiera visto siendo ciclorama en esa conferencia de prensa organizada por los Del Valle, creería que tiene buenas intenciones, sin embargo, después de escuchar su discurso de lucha, me queda claro que no es más que un esbirro de la familia Del Valle para engañar a sus compañeros, ¿cuál es la finalidad de su actuar? Muy simple: seguir desgastando el movimiento de los trabajadores, generando hartazgo en ellos, para que cada vez se “vayan haciendo menos”.

Porque además este piloto es de los que se supone “van a regresar a volar” a Interjet, tan pronto como el síndico “pague” el dinero que está en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA).

Fieles a su costumbre, la familia Del Valle publicaron este fin de semana un comunicado felicitando y apoyando una acción realizada por el capitán Mauricio Morales, donde exigió por escrito el pago del dinero, y le concede a la autoridad laboral el magnánimo plazo de 72 horas para hacerlo.

Escrito del capitán Mauricio Morales
Escrito del capitán Mauricio Morales

Eso sí, de manera muy conveniente, el escrito del piloto omite que esta familia, tan empática con los trabajadores, se ha negado a hacer el pago que le deben.

Nada dice el texto del laudo ganado por los trabajadores aglutinados en la Sección 15 de la CTM que condena a la familia Del Valle a pagar 2,800 millones de pesos a sus trabajadores; de eso no dice “ni pío”, ni el escrito justiciero del capitán, ni el comunicado de los Del Valle en su carácter de administradores de Interjet.

En cambio se llenan de orgullo ante la acción de este trabajador y según su propio comunicado afirman:

“De nuestra parte queremos extender nuestra solidaridad y reconocer el compromiso de cada colaborador, así como al Capitán Mauricio Morales, en esta causa laboral que día con día presenta avances en beneficios de los trabajadores”.

Comunicado de familia Del Valle

Yo “de lengua me como un taco”, porque la deuda por la huelga ganada ahí sigue y hacen como si no existiera, solamente hablan del concurso mercantil y son dos procesos que van por cuerdas separadas.

Comunicado de Interjet

Por eso me llama mucho la atención que dentro del comunicado de Interjet, se ponga el escrito del capitán con su sello de recibido por la autoridad, en aras de crear la narrativa de se está trabajando para destrabar el pago, cuando quienes estamos al tanto del expediente, sabemos que su acción es fútil y solamente es mediática.

Como al principio les comentaba en el caso de Mexicana, la compañera utilizó varias veces el recurso del documento con el sello de la dependencia en turno, para afirmar “grandes avances” y eso señores, es una falacia. Pero jugar con la gente y su necesidad de una resolución, me parece de lo más perverso y ruin.

Porque no funciona así, el juez no va a decir “ah sí, claro, ahí está su dinero, porque un compañero de ustedes me lo o solicitó, y me doy prisa porque solo me dio 72 horas para hacerlo”.

¡Por favor! Eso es querer jugar con la buena fe de sus compañeros, y no me parece ético, ni por parte del capitán y mucho menos el respaldo que le da Interjet. Y menos porque la familia Del Valle es la que se ha negado a pagar un laudo ganado en la JFCA por parte de los trabajadores, con motivo de la huelga existente.

Eso sí, la familia Del Valle ya organizó para este lunes “sesiones de Zoom” para “…informar y aclarar puntos de los avances vistos con la JFCA y el juez concursal. Haremos llegar los enlaces como es costumbre en periodos de 30 min. cada uno.”

Compañeros de Interjet, en este largo y tortuoso camino se van a encontrar (ya lo están viviendo) con mucha gente que solamente le interesa llevar agua a su molino, argumentando que buscan el bienestar de todos.

Hay que tener mucho cuidado con estos lobos con piel de oveja que sin escrúpulos los querrán utilizar para sus fines personalísimos. Eso es exactamente lo que ahora está ocurriendo con el caso del capitán Morales, que ha estado muy activo “cerrando” la JFCA y llevando la voz cantante.

Créanme cuando les digo que su pago llegará, pero no esperen que se de en 72 horas, porque todavía les falta camino por recorrer; esa es la verdad de la justicia laboral en nuestro país, que no es rápida ni expedita, sino todo lo contrario.

Paciencia, mucha paciencia es lo que se requiere; esta no es una carrera de velocidad, es de resistencia. Aquí van a ganar los que más resistan sin flaquear.