Para reforzar la credibilidad de las encuestas del diario Reforma, el activista y analista Jorge G. Castañeda las comparó con las de GEA. Lo hizo este martes 6 de diciembre en un blog de Nexos.

Según el muy talentoso señor Castañeda, las encuestas de ReformaEl Norte, en Monterrey; Mural, en Guadalajara— son tan creíbles como las de GEA… en realidad, GEA-ISA.

¿De qué depende la credibilidad de una casa encuestadora que hace estudios relacionados con la política? De que sus resultados reflejen más o menos fielmente la realidad. ¿Es el caso de GEA-ISA? Sin duda no.

El Güero Castañeda recordará que el mayor fracaso de una empresa encuestadora se dio en 2012, durante las campañas electorales presidenciales de ese año.

GEA-ISA publicó diariamente en Milenio TV un tracking que daba a Enrique Peña Nieto una ventaja enorme, que no se confirmó el día de las elecciones; se trató, sin duda, de un brutal engaño casi seguramente diseñado y llevado a la práctica para favorecer al entonces candidato del PRI y perjudicar al abanderado de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

Si la calidad de las encuestas de Reforma es la misma que las de GEA-ISA, entonces podremos entender las estadísticas publicadas hoy martes en el periódico dirigido por el señor Alejandro Junco: son basura, de plano.

Reforma lo que pretende es convencer a la opinión pública de algo que simple y sencillamente no es creíble: que la aprobación de AMLO es similar a la que tuvieron otros presidentes, a saber Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón.

Con respeto para la familia Junco y para quienes realizan sus encuestas, esa mentira no es verdad, y lo saben. ¿Tiene sentido que traten de engañar?

Pueden creer lo que se les pegue la gana don Alejandro Junco padre, don Alejandro Junco hijo, el director editorial don Juan Pardinas y la encuestadora de Reforma doña Lorena Becerra, pero es falso que Andrés Manuel llegue a su cuarto año de gobierno “igual que los neoliberales”.

Si fuera así, no ganaría prácticamente todas las elecciones el partido de AMLO, que es lo que sí ha ocurrido desde 2018 y lo que —según todas las encuestas serias o no manipuladas— ocurrirá en 2023 en Coahuila y Estado de México y en 2024 en las próximas presidenciales.

Mentir es un oficio muy miserable y Reforma lo ha hecho. Qué pena. Habrá que estar atentos a la jalada con la que salgan en ese diario en su próxima encuesta preelectoral.