Querido Andrés Manuel:

Te admiro, aprecio y respeto. Soy de los que piensan que tu gobierno tiene dimensiones históricas. Y estoy completamente seguro de que serás recordado como uno de los tres grandes presidentes de México, al lado de Benito Juárez y Lázaro Cárdenas.

Claro está, no puedo estar de acuerdo contigo en todo, les decía hace reato, este lunes, a Sergio Sarmiento y a Guadalupe Juárez de El Heraldo Radio.

Una de mis grandes diferencias contigo, presidente López Obrador, se relaciona con el beisbol que tu administración apoya bastante, a pesar de ser un deporte menor, lo que tristemente quita recursos a deportes mayores, como el ciclismo.

Otra gran diferencia que tengo contigo, presidente, tiene que ver con algunos y algunas NO-periodistas que asisten a la mañanera, como Hans Salazar, Sandra Aguilar, Carlos Pozos (Lord Molécula) y Vicente Serrano.

Si no son periodistas, ¿qué son? Paleros. Te molesta, Andrés, que así se les llame, pero es que no hay otra palabra para describirlos.

Estoy seguro, presidente, de que hoy cuando dijiste que no son paleros, parafraseaste el Eppur si muove de Galileo: Eppur paleros.

Conste, no se les acusa de deshonestos ni de recibir línea —mucho menos dinero— para ayudarte a que la mañanera resulte el extraordinariamente atractivo evento que es. A mí uno de los paleros me cae bien, el señor Serrano. Al resto no tengo el gusto de conocerle. Ya les invitaré un café, inclusive a Lord Molécula, la caricatura del grupo

¿Yo soy palero por decir que la historia te considerará uno de los mejores presidentes de México? Lo sería si asistiera a las mañaneras, pero no lo hago y creo que no lo voy a hacer nunca, menos en temporada de vueltas ciclistas que ESPN transmite desde las 7 a.m. Ya terminó el Tour de Francia, pero empieza la Vuelta a España, así que no estoy disponible…

El Diccionario del español de México da varias definiciones de la palabra palero. La que aplica a los y las NO-periodistas de las mañaneras es la de “persona que ayuda a otra en un espectáculo de magia”.

La magia de las mañaneras, que nos fascina, no sería posible sin paleros. Y qué bueno, Andrés Manuel, que los tengas. Pero, por favor, no les llames periodistas: no lo son.

A tales paleros, insisto, no los acuso de hacer nada indebido. Creo que preguntan lo que preguntan porque se les pega la gana, y no porque se les dé línea o se les pague.

Lo único que molesta de los y las NO-periodistas de las mañaneras es que insulten y calumnien con frecuencia a personas que sí practican el periodismo con profesionalismo.

Andrés Manuel, por favor, cuando insulten periodistas, diles que no lo hagan porque, para empezar, no tienen autoridad para ello, y en segundo lugar, normalmente ofenden basados en chismes de imposible comprobación.

Insisto, yo sería palero si asistiera a las mañaneras. No lo hago, entonces soy periodista militante, simpatizante o algo así.

Desde mi posición de abierto apoyo a tu persona, Andrés Manuel, dirijo un medio, SDPNoticias, en el que los y las colegas columnistas no necesariamente coinciden conmigo; de hecho, la mayoría de quienes aquí expresan sus opiniones para nada son amables contigo, señor presidente de México; entonces, se te cuestiona fuertemente. Me molesta que te critiquen tanto, pero me aguanto ya que nada puedo hacer contra un derecho fundamental como el de la libre expresión.

Y es que, por más que te apoye, presidente —varios años estuve en tu equipo de colaboradores— no voy a pedirle a nadie que piense como yo. Ni tú lo haces, no vale la pena.

Y conste, soy muy crítico de los y las periodistas profesionales que te critican porque, por puras ganas de que te vaya mal, esto desean que pase en México:

1.- Que el ahuehuete de Paseo de la Reforma se seque.

2.- Que sean mucho muy fuertes las sanciones comerciales de Estados Unidos contra México.

3.- Que la inflación se convierta en hiperinflación.

4.- Que el desempleo crezca y afecte a millones de mexicanos y mexicanas.

5.- Que el gobierno se quede sin dinero y no le alcance para financiar los programas sociales.

6.- Que se multipliquen por mil los problemas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

7.- Que ninguna aerolínea opere vuelos desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

8.- Que haya un gran accidente —de preferencia con decenas de muertos— en la refinería de Dos Bocas, Tabasco.

9.- Que el Tren Maya se descarrile en cuanto sea inaugurado.

10.- Que el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación prohiban a Claudia Sheinbaum y a Adán Augusto López participar en las elecciones presidenciales de 2024.