Ayer, a través de distintas plataformas de información, circularon imágenes de la reunión que sostuvo el presidente López Obrador con más de 20 gobernadores y gobernadoras del país. Esto demuestra que, además de la coordinación que existe, hay una agenda común que se ha ido trabajando para seguir profundizando las políticas públicas de la Cuarta Transformación. En acciones y trabajo, de hecho, el mandatario federal ha aumentado la capacidad de apoyo no solamente en programas sociales, sino en la atención a las gestiones que se convierten en obra e infraestructura que, en su gran mayoría, son recursos provenientes de la federación.

Y no solamente es la parte institucional, sino también la política. Como sabemos, estamos inmersos en un proceso electoral y, desde esa perspectiva, los gobernadores y gobernadoras jugarán un papel clave en el ejercicio de transición. O sea que, este encuentro con los mandatarios, pudo haber servido para trazar parte de la ruta activa en cada uno de los puntos estratégicos del país. De hecho, todos los actores, en este preciso momento, están plenamente consagrados como liderazgos de mucho peso en cada una de sus demarcaciones. Inclusive, las propias encuestas de opinión pública, a través de distintos mecanismos de evaluación, han calificado el trabajo de los servidores públicos —emanados del movimiento— como muy positivo. Ese mismo escenario, en reiteradas ocasiones, nos permite concluir el grado de eficiencia en el proyecto de la 4T.

En el ranking de gobernadores, en efecto, Morena sigue bien afianzado en cuanto al desempeño de los mandatarios. Justo en este momento, cuenta con seis perfiles entre el 64 y 68% de aprobación. De acuerdo con los datos que se han difundido, Marina del Pilar, Julio Menchaca, Víctor Castro, Martí Batres, Alfonso Durazo y Alfredo Ramírez Bedolla, son quienes mayor respaldo ciudadano tienen en sus manos. En ese mismo esquema exitoso, fluyen nombres como el de Delfina Gómez y David Monreal. Ambos, comparten un promedio similar de más del 50% de aprobación. En Zacatecas, ha quedado claro, ha mejorado su estrategia de seguridad y, con ello, el avance sustancial de la pacificación del territorio.

Tomamos el ejemplo de Zacatecas porque, en los últimos días, actores de la clase política y articulistas han generado un clima de confusión. Recordemos que, en pleno arranque de campaña, Xóchitl Gálvez inició su recorrido en Fresnillo y, con ello, subió el tono de su discurso aludiendo aspectos que, en definitiva, tienen una mala percepción o, mejor dicho, datos erróneos del Frente Amplio por México, ya que acuerdo con el último informe de la Secretaría de Seguridad Nacional, Zacatecas es una de las diez entidades más seguras del territorio nacional. Incluso, en presencia del presidente López Obrador, se detalló con gráficas el descenso en los homicidios.

Para ello, solo hay una concepción o respuesta clara: la estrategia que ha implementado David Monreal está funcionando. A su vez, sabemos, se ha llevado a cabo una mesa para la construcción de la paz. De hecho, el secretario de gobierno, Rodrigo Reyes, es uno de los personajes claves. En pocas palabras, se ha convertido en un operador crucial del gobernador de Zacatecas en la política interna. Desde luego, no ha sido fácil ir resarciendo el clima con el que David arrancó la gestión en 2021. Empero, hoy las condiciones son distintas por la capacidad, pero sobre todo por la responsabilidad de implementar mecanismos de coordinación con las autoridades federales. Desde ese punto de vista, el proyecto de la 4T sigue dando pasos muy importantes, especialmente para hacer frente a los retos que enfrenta cada uno de los rincones de la geografía.

Entonces, pese a la punitiva estrategia de algunos medios de comunicación, columnistas y actores políticos de la derecha, las entidades que gobierna la Cuarta Transformación han ido erradicando la inseguridad. Ayer, de hecho, se notó la gran sinergia que ha construido el presidente Obrador con los gobernadores emanados de Morena. Hay un gran equipo, pero también una voluntad inmensa para seguir apoyando la agenda integral. Ahí está, por ejemplo, la labor coordinada en los programas sociales que, evidentemente, han elevado y multiplicado su cobertura. No se diga la atención en educación y salud. Este último rubro, a propósito, fue uno de los propósitos de la reunión que sostuvo en Palacio Nacional.

Evidentemente, se nota que hubo noticias muy buenas desde Palacio Nacional para las entidades en materia de salud. Algunos gobernadores, por ejemplo, acentuaron la importancia de la basificación laboral. Otros, en ese mismo sentido, hicieron énfasis en la construcción de más hospitales y clínicas para garantizar la atención médica. Es una noticia muy buena de la cual podemos sacar muchas conclusiones positivas antes de que finalice el sexenio. De hecho, estamos en vísperas o en la antesala de una culminación exitosa con un presidente de la república que, en definitiva, nos enseñó que con amor, humanismo, entrega y responsabilidad social, se puede gobernar el país.

La mayoría de gobernadores y gobernadoras que ayer acudieron a Palacio Nacional, les tocará la transición presidencial que viviremos el próximo dos de junio. Eso significa que, de manera institucional, tendrán que coordinar actividades de trabajo con Sheinbaum. Será, por tanto, la continuidad del proyecto lopezobradorista en los estados. De hecho, es posible que Morena llegue a gobernar, en definitiva, 27 entidades federativas, considerando el imponente paso de la coalición Seguimos Haciendo Historia en el proceso electoral.