De sobra queda incluso subrayar que en México el tiempo de las mujeres ha llegado. Y no solo por ‘cuotas’, que si estás (en el puntual caso de la política) fueron fundamentales para ir abriendo paso en ese sentido, “romper el techo de cristal” hasta llegar a la mismísima presidencia de la república, en este caso, por medio de la virtual presidenta electa, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, que de paso nos deja la enseñanza de que no se trata de elegir mujeres por el simple hecho de serlo, o con ‘cualidades’ cómo el decir albures y leperadas y pegar obscenos brincos, como fue el caso de los criterios utilizados por una hoy oposición más que extraviada, y que de paso eliminó toda posibilidad de un debate serio, marginado a la señora Beatriz Paredes, que bajo ninguna circunstancia puede considerarse un par ante la señora Xóchitl Gálvez.

Y es que es el tiempo de las mujeres en todos los aspectos: por citar un puñado de ejemplos en el presente texto, estarían en el mundo empresarial en nombre de María Asunción Aramburuzabala, quien en reciente entrevista platicó la forma en la que ella y su familia decidieron enterar a la autoridad fiscal el 100% de los impuestos requeridos derivado esto de la venta de la cervecería Grupo Modelo a una empresa de capital con origen en Bélgica y Brasil. Justo el extremo opuesto al banquero Roberto Hernández, que no pagó en su momento un centavo, por hacerse la transacción por medio del mercado de valores, en la venta de Banamex a la multinacional Citigroup.

Hay más nombres (‘de moda’, por así llamarles), la árbitro internacional con gafete FIFA, Katia Itzel García, que ha pitado ya dos partidos en primera división mexicana, con una personalidad, condición física y eficaz y rapidez en sus decisiones dentro del campo.

Por último, la señora Raquel Bunerostro, que sinceramente yo la espero ver en una cartera clave en el siguiente gabinete, al ser ella básica (titular del SAT) en el delicado tema del cobro de los miles y miles de millones de pesos ilegalmente condonados en los tres pasados sexenios, y luego al frente de la Secretaría de Economía, dando siempre una ejemplar lucha contra la corrupción, y con resultados impresionantes, como (por recordar uno) su guerra como cárteles de la salud (laboratorios y distribuidores).

En fin, me limité aquí a sólo un puñado de nombres, pero en todas y cada una de las actividades de la vida cotidiana en México son un pilar, tan sólo baste decir que lo son de la familia, célula base de toda sociedad.