Ayer, después de la jornada laboral, llegué a descansar y me disponía a leer un libro que me llamó la atención más por el chisme que por otra cosa. Confesiones desde el Exilio me parece un libro más de chisme que de otra cosa y me llamó la atención más que análisis político, de chisme.

Después de un día de ver muchos números, me disponía desconectarme de las redes sociales y empezó el circo. En mi columna anterior escribía de La Divina Comedia y el show de los diputados locales en el Congreso de Nuevo León. Yo no esperaba que apareciera Alihnna Vargas y llego a pasar lista de asistencia. Como Lázaro de Betania, Alhinna se levantó y llego a decir “presente” en el Congreso. Vienen días de alegatos legales donde su suplente ya no es suplente y que es la oficial. Imagine, si Alihnna eligio a Rosaura Guerra como su suplente y ahora se va a pelear con ella por el puesto, esto es circo.

Después leo que en el Senado sacrificaron una gallina por el día de la tierra. Adolfo Gómez Hernández mató a una gallina a pesar de que el advirtieron sobre el maltrato animal y que no lo podía hacer. No sé que haga el senador Gómez en sus tiempos libres, pero matar un gallina en las instalaciones de la Cámara ya es demasiado.

Pues ya alejado de mi lectura de lo de EPN, entré a ver lo que decían los candidatos en las redes. Todos mostrando sus eventos y diciendo que “vamos a ganar”. Vi la famosa Cybertruck ahora forrada de naranja (porque los Teslas los puede forrar) y con Máynez, el de la canción de Spotify que quiere ser presidente. Con chofer de lujo llegó Máynez al evento de Mariana Rodríguez que curiosamente fue cerca de las oficinas del municipio de Monterrey. Dejando a un lado el sospechosismo de la cercanía de los trabajadores municipales en el lugar, mucho ruido y alaraca en el evento de Mariana ft Máynez.

Después vi la del otro candidato Adrián de la Garza, que al final del día se subió con un periodista a “dar el rol” por la ciudad. Regreso a las redes de Mariana y veo que sube una conversación donde una “seguidora” le dice que en el coche de atrás iba Adrián de la Garza gritando en su camioneta justo cuando a esa hora lo iban entrevistando en la camioneta del periodista. ¿Será que De la Garza tiene el don de la bilocación?

Panem et circenses, ojalá hoy sí me pueda dar una clavada en el libro de EPN, pues no quiero saber de más spoilers. De mis Rayados no quiero hablar porque esos ya andan dando pena.

¡Ánimo!