La democracia en nuestro país, naturalmente, se ha ido fortaleciendo con la participación constante de todas las fuerzas políticas que integran el sistema electoral en México. De ese modo, ha tenido lugar la apertura de muchas voces que, décadas atrás, no tenían representación legislativa. Eso, por lo tanto, sucumbía por completo cualquier posibilidad de debatir, analizar y, en el mejor de los casos, proponer alternativas que enriquecieron alguna propuesta de modificación al marco constitucional. Todo esto, desde luego, pone el foco de atención en un tema que, por su relevancia, se abordará recurriendo a foros abiertos, participación de expertos y sociedad en general, lo mismo que una consulta para ver los alcances.
A simple vista, queda claro, es un proyecto que ha levantado grandes expectativas en distintos sectores de la sociedad; sin embargo, habrá otras voces que opinen distinto, especialmente aquella que han encontrado cabida en esas minorías que, desde luego, son pieza central de ese sistema democrático al que vivimos. De no ser por ello, de verdad, se recurriría a la votación y aprobación de asuntos sin adentrarse a fondo al meollo de los temas de manera rápida o, dicho de otra forma, al fast track. De ser así, obviamente, esto beneficiaría específicamente a Morena, en especial por ser el partido que acapara el mayor número de espacios. En todo caso, lo fundamental, sería proponer mecanismos que salvaguarden posiciones de representación proporcional. La existencia de ellos, queda claramente establecido, ayuda a que se propicien discusiones a fondo.
Imaginemos lo que sería un poder legislativo totalmente dominado por una sola fuerza. No tendría sentido la democracia y, por lo tanto, las voces que brotan desde las minorías quedarán sepultadas. Alrededor de esos sectores de la población, evidentemente, existe una plena identificación con algunas de las expresiones. PAN, PRI, MC, PT y PVEM, tienen, en proporciones distintas, una estructura con las que existe afinidad. Desde luego que no podemos generalizar. No hay punto de comparación, por ejemplo, entre quienes se inclinan por una plataforma u otra. En el Partido del Trabajo, como muestra, hay una lucha social y un quehacer territorial activo con aquellos sectores que luchan constantemente por causas justas. Su historia, por así decirlo, se ha ido escribiendo no solamente por el acompañamiento a la democratización del país, sino por proponer una agenda apegada a la esencia transformadora con justicia, educación, salud, ciencia y deporte.
A diferencia de otros partidos, queda claro, el Partido del Trabajo ha demostrado lealtad a un proyecto de nación, pero, de igual forma, ha defendido a capa y espada a todos aquellos sectores que viven en la vulnerabilidad. Por eso vale la pena revisar a fondo un proyecto de reforma electoral que, por supuesto, tiene matices muy importantes. Entre ellos, desde luego, la reducción al financiamiento de campañas y pluralidad, así como la libertad de elegir a quienes representan los consejos electorales. Sustituir algunas reglamentaciones, que han confirmado que necesitan un cambio sustancial, será una buena decisión. El PRIAN, por ejemplo, utiliza las prerrogativas para posicionar a sus liderazgos más visibles. Es obvio que a ellos, desde hace décadas, les interesa únicamente las jugosas participaciones. Lo ha tomado como una fuente paralela de ingresos para la parafernalia y el dispendio.
Además de ello, está claro, el PRIAN ya no representa el interés colectivo sino el individual. Desde hace años, por ejemplo, han dejado en la orfandad a muchos sectores de la ciudadanía. Su representación legislativa, así parece, obedece al conservadurismo. Y ellos, que han dejado de ser una alternativa, si se les debe acortar el acceso a un recurso exorbitante. Limitar las excentricidades, desde el punto social de un proceso de transformación, abonará de mucho para atender otras causas que son prioritarias, en especial en salud, seguridad y educación. En esto, no hay duda, los legisladores deben detenerse para analizar a fondo el uso de prerrogativas. Por otro lado, de manera más minuciosa, el estudio de los espacios de participación proporcional, bajo la atenuante de que, para muchos, son una expresión en la que tiene cabida, voz y propuestas, es determinante.
Ese es, en resumidas cuentas, el principal argumento que defenderán expresiones como el Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista. El PT, a diferencia de otros, sí es una alternativa que ha cobijado a muchos sectores de la población. A la par de ello, desde luego, les ha dado voz en espacios legislativos y, mejor aún, toma en cuenta sus propuestas para llevarlas al pleno. Siendo así, no hay margen para darle una interpretación a lo que sucederá. Lo que es un hecho es que, con mucha antelación, hay tiempo para analizar a profundidad un proyecto que no debe limitar los espacios representación proporcional, máxime porque las minorías, en todo ejercicio democrático, deben prevalecer por encima de cualquier cosa.