El “Rochismo” crece. En la historia contemporánea de Sinaloa no hay registro de un gobernador tan ‘poderoso’. Al Doctor Rubén Rocha Moya le ha ido bien. Su coto de poder trasciende Palacio de Gobierno. Ha tejido fino por años, y los resultados de ese entreverado de alianzas hoy se notan. Se traduce una fuerza política que no se ve probablemente desde Alfonso G. Calderón.

El gobernador Rubén Rocha Moya y su relación con el Congreso de Sinaloa

Es común que el gobernador en turno tenga buena relación con el H. Congreso del Estado y con el Poder Judicial. Si bien los tres poderes del estado fueron constituidos como contrapeso uno del otro, Rocha sostiene entrañable relación con Feliciano Castro, su hombre fuerte en el legislativo. El actual presidente de la JUCOPO ya fue diputado local por el PRD con ayuda del hoy gobernador y se debe a él. Difícilmente le podría regatear al mandatario estatal alguna iniciativa. Si se suma que la mayoría del congreso es morenista, el tercer piso de palacio de gobierno transita por autopista con el poder legislativo.

Ahora bien Enrique Inzunza Cázarez, el secretario de gobierno, fue electo dos veces magistrado presidente del supremo tribunal de justicia. Y sabemos que el ex magistrado, como dicen, “hizo escuela” y el Magistrado Presidente Jesús Iván Chávez Rangel, así como otros magistrados y jueces, sostienen una excelente relación con el actual Secretario de Gobierno.

Actualmente está la terna de aspirantes al Tribunal de Justicia Administrativa del estado. Será una mujer por paridad de género. A mi juicio el H. Congreso elegirá a Edna Liyian Aguilar Olguín, joven preparada y con capacidad probada.

En la Fiscalía General del Estado, Sara Bruna Quiñonez fue electa tras la renuncia del anterior fiscal. Una mayoría morenista afín al gobernador, la eligió para ocupar el cargo. Con ella, la relación también es más que óptima.

El joven Omar López al frente de la Delegación de Programas Federales es una muestra de la buena relación del mandatario con AMLO, quien le concedió la propuesta.

Pero la “joya de la corona” está en la capital del estado. En la historia reciente, el alcalde de Culiacán había venido siendo de un grupo político diferente al del gobernador. Históricamente la alcaldía era una concesión política para otro grupo en aras de consolidar unidad en tiempos del hegemónico PRI. Mención aparte de los momentos de alternancia.

Juan de Dios Gámez es más que un aliado del “rochismo”

Hoy, el rochismo tiene en Juan de Dios Gámez no sólo a un aliado, sino a un elemento de su propio grupo político al frente de la capital del estado.

El poder político del rochismo se extiende con fuerza en los poderes del estado, y también en las demarcaciones territoriales. La capital representa aproximadamente el 60% del electorado. Controlar oportunamente la capital, significa controlar buena parte de las posibilidades de triunfo en los procesos electorales venideros.

Quienes pretendan ‘jugar’ políticamente por fuera del equipo del gobernador, deberían pensarla dos veces. Rubén Rocha Moya sostiene un estado con gobernabilidad y excelentes relaciones en el centro. Es una aduana muy difícil de brincar de cara al 2024.

Vanessa Félix en Twitter: @Jvanessafelix