Si de por sí la campaña de la candidata de la oposición a la presidencia de la república, Xóchitl Gálvez, ha sido una comedia de errores que se ha vuelto cada vez más desafortunada y agria con el paso de las semanas, los personajes que la rodean no hacen otra cosa más que restarle impulso.

Es el caso del ex gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, postulado por el PAN a una diputación federal, a quién el TEPJF le acaba de negar su “pluri” por ser considerado prófugo de la justicia. El ex gobernador, por cierto, es uno de los principales activos de la derecha. Por algo lo tenían ahí, tan lejos y tan cerca.

Podríamos caer en el error de empatizar un poco con Xóchitl y distanciarla de esta pluri que buscaba otorgarle impunidad a Cabeza de Vaca al menos durante los próximos tres años en México, pero no olvidemos que recientemente circuló una imagen del propio ex gobernador señalado por diversos cargos y la propia Xóchitl, imagen que apareció en redes del político, no de la candidata y que después se esfumó, pero demasiado tarde, ya que a esas alturas el daño ya estaba hecho.

Además, no olvidemos que a alguno de los genios del narco-prian se le ocurrió imponer a Cabeza de Vaca, un señor prófugo de las leyes mexicanas, como encargado de la “estrategia de seguridad” de la campaña de Gálvez. Son unos petardos.

Mientras tanto ahí siguen, agazapados, esperando su pluri, otro grupo amplio de personajes impresentables que esperan asegurar su impunidad los próximos años, pero causando con su desprestigio su futura autodestrucción.