“No sé si yo escogí el circo, pero algo me dice que el circo me escogió a mí.”

PELÍCULA ‘AGUA PARA ELEFANTES’

“Si quisiéramos aplausos nos habríamos unido al circo.”

PELÍCULA ‘ARGO’

Peña Nieto ha sido mentado dos veces en una semana en la mañanera. En la primera, López Obrador se refirió a él como el “payasito de las cachetadas” por cómo le trataban los medios. El día de ayer subió la apuesta y Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, anunció que presentó ante la Fiscalía General de la República una denuncia contra el ex presidente por posibles operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Hace una semana comenté  la posibilidad de que Peña Nieto “entregue” el Estado de México como garantía para que la 4T lo deje en paz. Viendo cómo se ha desarrollado la historia, sin lugar a dudas la cuna del priismo —así como de Peña Nieto—, el Estado de México, está en jaque.

Para quienes piensen que esto es una cortina más, no lo es. Mandatario y ex mandatario están midiendo fuerzas, y este encontronazo exige Edomex. Lo que se atestiguó en la mañanera no es circo; es una amenaza frontal a Peña Nieto y a los actores de la oposición.

De igual forma, la contestación del expresidente desde Twitter se debe leer como un “acuse de recibo”, así como el que Peña Nieto busca sea por la vía institucional, no la mediática, como se desarrolle este asunto —si acaso—. En otras palabras, avisa que él no se va a prestar al espectáculo.

Hay muchos indicios que hacen suponer que hay un pacto entre el priista y el primer morenista de la nación. Pacto que está en riesgo de romperse si eso asegura la victoria en el 2024.

El cálculo del lopezobradorismo es bueno, quizá similar a un descontón, pues el show garantiza muchos votos para Morena. Hay muchos mexicanos que quieren que se procese a Peña Nieto.

Fue una de las razones por las que votaron por López Obrador y por la que alentaron una consulta popular para enjuiciar a los expresidentes hace más de un año.

Tan solo el anunciar que sí existe una denuncia de la Cuarta Transformación contra Peña Nieto, azuza los ánimos de muchos quienes habían dejado de creer en las promesas del tabasqueño. Lo cual —en efecto dominó— recuerda también no votar por el PRI y la alianza opositora en el Estado de México. Dos pájaros de un tiro de parte de AMLO. El Edomex es moneda de cambio, mas no la única.

Sin embargo, no esperemos que Peña Nieto se quede cruzado de brazos ante las amenazas. usted a saber qué tanto le tiene guardado Peña Nieto al presidente AMLO.

Ambos políticos en los intríngulis de la política son listos y mañosos, podemos esperar cualquier sorpresa de ambos lados.

Las opciones son muchas y variadas; desde la capitulación del Edomex por parte de Peña Nieto para que lo dejen en paz, hasta una guerra soterrada basada en videos, grabaciones, relaciones incómodas y otros datos. Las preguntas cruciales serían: ¿qué más explosivo que la casa gris de José Ramón en Houston? O, ¿qué tan confiables son las encuestas de popularidad de López Obrador, así como de las intenciones del voto de cara al 2023 y 2024? Y, también, ¿qué tan controlado será el proceso sucesorio dentro de Morena?

Lo que sí podemos estar seguros, es que Peña Nieto no va a jugar en el espectáculo de las mañaneras, sino tras bambalinas. El show solo le conviene a Morena; este no beneficia ni a EPN ni a la oposición. Este último jugará por otros vericuetos.

En todo caso, se que para López Obrador y para Regeneración Nacional, el mismo anuncio de que se procesará a Peña Nieto —ocurra o no— elevan sus bonos. Todo sea hacer tambalear a la oposición con el recuerdo de la corrupción de otros sexenios, mientras se desvía la atención de la del actual.

Peña Nieto sabe que han tratado de mostrar su culpabilidad por más de una vía; las más sonadas llamadas Emilio Lozoya Austin y Juan Collado. Ninguno de esos procesos ha prosperando ni lo ha podido dañar.

En este enfrentamiento que comienza a ver la luz del día, ¿quién va ganando? El tabasqueño, es la respuesta. Pero con este nuevo aviso clasificado busca asegurarse el 2024 y garantizar la continuidad de su movimiento.

López Obrador utilizará al “payasito de las cachetadas” y lo convertirá en un digno payaso de carpa.

¿Cuál será el siguiente capítulo de este entretenimiento político? ¿Algún precandidato se unirá a repartir descontones en la arena? Pronto lo sabremos. Mientras, el país, ese, está olvidado.