“¡Ay Hugo, —escribe la autora— ni tú ni nadie puede resistir un archivo!”
Laurie Ann Ximénez-Fyvie, ‘Un daño irreparable’
Las malas decisiones —algunas de ellas originadas en simples caprichos o revanchas— provocan daños severos. Menoscabos que, mismo si se decide dar marcha atrás, pararlos o subsanarlos, son irreparables.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que la Cámara de Diputados provocó, hace ya más de seis meses, un daño al Instituto Nacional Electoral y, con ello, a la democracia en el país. Aunque demasiado tarde, por unanimidad de votos de la Primera Sala de la Corte, se declaró inválido el recorte al presupuesto 2022 del INE ordenado por los diputados en diciembre del año pasado.
Acto seguido, la SCJN otorgó a la Cámara de Diputados un plazo de 30 días naturales para que analice y determine lo que corresponda respecto al anteproyecto de presupuesto que presentó el INE para el 2022 —sí, el año que cursa—. Ante ello, ya se puede adivinar que la bancada de diputados de Morena y aliados políticos no harán nada por reintegrar los casi 5 mil millones de pesos de presupuesto que no le otorgaron al INE; habrá nuevos pretextos, sinrazones y alaridos en pro de la austeridad (hágase en los burros de mi compadre, no en los propios) para no conceder dicho monto.
Hay, sin embargo, algo rescatable de todo esto, ya que la SCJN ha marcado un antecedente que no debemos perder de vista: en teoría, al menos, la autonomía presupuestal del INE debe respetarse.
La decisión de la SCJN constituye un parteaguas pues, el invalidar el recorte presupuestal al órgano electoral, debe entenderse como el mantener la autonomía de las instituciones de nuestro país. No solo eso, la Primera Sala recordó que no se debe votar en contra de un órgano autónomo ni votar en representación de un partido político, sino de la ciudadanía. El fallo de la SCJN en favor del INE va más allá de lo legal, de la forma en cómo se encuentra conformada la división de poderes en nuestro país. Es un recordatorio a todos los políticos de que el poder no es absoluto ni eterno; que la ley debe respetarse.
El poco entendimiento de los diputados al recortar el presupuesto al INE estuvo sustentado en un odio insano al órgano constitucional; faltó una evaluación legislativa real, objetiva, y razonable de la propuesta de presupuesto que hizo el Instituto Electoral. Desconociendo las responsabilidades encomendadas al órgano y la misma ley, no hubo justificante para la negativa de los diputados a la ampliación de presupuesto más que complacer los deseos emanados del inquilino de Palacio.
Esta lógica se hizo manifiesta ayer nuevamente cuando Claudia Sheinbaum se pronunció sobre el fallo de la SCJN en favor del INE, diciendo: “la democracia no está asociada a un gasto excesivo”.
Pues bien, en ese sentido, se debe acotar que la democracia tampoco debe estar asociada a las veleidades del Ejecutivo federal y que, si de gastos excesivos hablamos, tenemos como muestra los elefantes blancos de esta administración y diversas y monumentales erogaciones de las que no se conoce paradero y fin.
Desafortunadamente, mismo con lo positivo que ha resultado la resolución de la Corte, tiene razón Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, al señalar que el recorte ya provocó daños irreparables al Instituto (incluso suponiendo que se restituyera el presupuesto solicitado en su totalidad).
Dicho recorte significó también un golpeteo constante hacia el Instituto durante el proceso del ejercicio de revocación del mandato presidencial. El recorte le sirvió al gobierno federal para señalar y desprestigiar a la autoridad electoral.
Y esa amenaza aún persiste al vilipendiar al INE y tratar de desgastarlo con recortes al presupuesto y una acusación constante en torno a sus gastos (unos absolutamente transparentados), cuando que el Ejecutivo federal sigue sin revelar los propios.
Aquí lo que hay es el inquietante deseo de la 4T de terminar con el INE, árbitro autónomo, objetivo y legal de las elecciones. Morena continuará tratando de recortar el presupuesto del Instituto Electoral y fustigarle (y con ello a la democracia). De hecho, ya recortó funciones al Instituto Electoral de la Ciudad de México y, en una muestra de desprecio a la democracia y al debate entre ideologías, denunciaron ante la Fiscalía General de la República a los legisladores de la oposición que se pronunciaron en contra de la propuesta presidencial de reforma al sector eléctrico en México.
Hay otros daños irreparables que ha ocasionado el lopezobradorismo a este país. Mas, por lo que a este texto se refiere, hablo del daño asestado al INE y al ejercicio incipiente de la democracia en México, que no es poco.