La reforma eléctrica y del litio de de Andrés Manuel López Obrador no logró la mayoría calificada de dos tercios en la Cámara de Diputados y fue desechada. En previsión de esta posibilidad, días antes de la votación, el Presidente firmó una iniciativa de reforma a la Ley Minera en materia de litio. Una horas antes de que se votará la reforma, la nueva iniciativa presidencial llegó al Palacio Legislativo de San Lázaro. Morena, PT y PVEM decidieron dispensarle los trámites; la votaron sin la presencia de la oposición y la enviaron al Senado de la República.

¿En qué consiste la reforma que envió AMLO? Se trata de una reforma a los artículos 1º, 5º, 9º y 10 de la Ley Minera. La iniciativa establece la creación de una empresa estatal como única autorizada para explorar y extraer el litio en el país.

Se declara de utilidad pública la exploración, explotación y aprovechamiento del litio. No se otorgarán concesiones, licencias, contratos, permisos, asignaciones o autorizaciones para el litio. La exploración, explotación y el aprovechamiento de litio quedan exclusivamente a cargo del Estado. Las cadenas de valor económico de litio se administran y controlarán por la nación a través del organismo público. El Servicio Geológico Mexicano auxiliará al organismo descentralizado encargado de la explotación de litio en ubicar y reconocer las áreas geológicas en las que existan reservas probables del litio.

Pregunta: ¿Esta reforma basta para garantizar la soberanía sobre el litio? Sí.

Pregunta: ¿De qué hablamos cuando hablamos de litio?

El Litio es un metal blando utilizado en la fabricación de baterías de teléfonos móviles, computadoras y autos eléctricos. Se trata de una materia prima clave para el desarrollo de nuevas tecnologías, particularmente la construcción de pilas para automóviles, por lo cual resulta correcto que el Estado mexicano mantenga el control sobre este recurso estratégico.

El Litio es un recurso valioso pero escaso. ¿Dónde hay Litio? Más del 60% se encuentra en el triangulo formado por las fronteras de Bolivia, Chile y Argentina; en algunas regiones de China, Australia, Estados Unidos y ahora sabemos, México. El proceso de extracción de litio es complejo y de no realizarse adecuadamente puede provocar grandes afectaciones a la naturaleza. En Sudamérica su extracción requiere grandes cantidades de agua en una de las regiones más áridas del planeta. Extraerlo de las profundidades del mar, como lo pretenden hacer algunas empresas chinas, puede producir efectos desconocidos en los ecosistemas marinos.

También está presente un fuerte componente político. No es un dato menor las afirmaciones que señalan que el reciente golpe de Estado en Bolivia tuvo como trasfondo el control del Litio en esa nación sudamericana.

En México la extracción del Litio se realizaría a cielo abierto en cientos de hectáreas, impactando de manera sustancial el medio ambiente y afectando tierras comunales y ejidales. Se sabe que existen más de 24 mil concesiones mineras y proyectos en marcha. La pelota está en la cancha de los senadores. Ahora se verá, si Ricardo Monreal se pone las pilas. La política es de bronce.

Onel Ortíz Fragoso en Twitter: @onelortiz