Se ha consumado una traición más, la Sra. Taddei al frente del INE ha resultado un verdadero fiasco, y representa una traición más a la legalidad electoral. No hay legislación perfecta en la materia y por ello cualquier resquicio en la norma es aprovechada habilidosamente, en otras ocasiones con cinismo, para golpear dentro del proceso electoral actual al bloque progresista en pro de la transformación nacional, y favorecer al bloque de partidos de la reacción conservadora en México. Y no nos referimos a que en la dialéctica de la lucha electoral, las decisiones necesariamente afecten a unos y beneficien a otros. No. Aludimos a decisiones que hacen sospechar de una intencionalidad política deliberada de afectar a unos y perjudicar a otros. ¿Por qué multar a Morena con 64 millones de pesos por supuestas faltas de Claudia Sheinbaum a la legalidad electoral, y perdonar una mula de 27 millones de pesos a Xóchitl Gálvez? Que nos demuestren que se aplicó el mismo criterio normativo, pero una candidata resultó afectada y otra beneficiada.

¿Por qué al presidente AMLO casi le aplican ya una mordaza completa, están obsesivamente revisando todo lo que dice, y a Xóchitl Gálvez, no la llaman a cuentas por convocar a los empresarios a que coaccionen a sus trabajadores para logar un voto ilegal en su favor? No hay lógica normativa en ello. Hay parcialidad.

Sus últimas resoluciones son un completo respaldo a ésta última fuerza mencionada, la reacción conservadora, en donde la Sra. Taddei, como tantos otros, en el TRIFE, en los medios electrónicos, en las cámaras patronales y en las ONG, y en la SCJN, tienen bien plantado su corazón, sus bolsillos, sus quereres y su capacidad y habilidades para violentar las normas legales y actuar con criterios facticos dando rienda suelta a sus preferencias ideológicas y políticas. Lamentable a más no poder.

Muchos pensamos que la Sra. Taddei al frente del INE y de una serie de nuevos funcionarios electorales, estaban dispuestos a devolver al INE la dignidad de árbitro fiable e institucional que le arrebató el equipo de Lorenzo Córdoba. Lo peor de todo, es que al parecer el presidente AMLO lo consideró también, en cuyo caso, lo vuelven a defraudar en la confianza expresada, a traicionar en las expectativas tenidas.

Ella representa, entonces, un caso más, otro más, de traición a los principios de la legalidad institucional y a las aspiraciones democráticas de la ciudadanía. No han tenido empacho en mostrar, ya no, la “oreja reaccionaria” -como se decía antes- sino el cuerpo completo en las filas del retroceso y la corrupción de Estado.

Esta última resolución de conmutar a Xóchitl Gálvez una multa de $27 millones de pesos a la que se hizo acreedora por sus constantes violaciones a la legalidad electoral, en este caso, a una de ellas, por una amonestación verbal, es un verdadero regalo para no debilitar sus fondos y esfuerzos económicos en la guerra sucia mediante propaganda negra. A Raúl Morón, a Claudia Sheinbaum (multaron a Morena con 65 millones), a Salgado Macedonio (por 20,000 pesos), les aplicaron con rigor la normatividad en la materia, con Xóchitl Gálvez se han mostrado más que benévolos, serviles, cómplices y arrastrados.

El INE definitivamente no está en manos de los consejeros, mucho menos de su presidenta, sino en manos de la oligarquía política y de la plutocracia económica. ¿Tienen otra explicación para entender la actuación reiteradamente omisa ante toda la propaganda negra que ha desatado la reacción conservadora contra Claudia Sheinbaum (“narco candidata”), a la vista de todos los mexicanos? No la hay, el INE fue comprado, como parte de la estrategia de golpe palaciego, conspirativo para detener la 4T-4R. Por ello hemos afirmado que dicha estrategia está en pleno desenvolvimiento de instrumentación. Esta última resolución es una vergüenza nacional, una afrenta, a todos los que hemos dado una lucha de muchos años por democratizar el sistema electoral y de representación política en México.

En adelante en nuestros análisis, ensayos y opiniones verbales, debemos de integrar este factor que pretende cerrar el círculo contra Claudia Sheinbaum: el INE fue comprado, incorporado como una pieza táctica más de la estrategia del golpe de Estado técnico al que alude el presidente AMLO. Están provocando una reacción popular de impredecibles consecuencias, un gravísimo error que podemos pagar todos los mexicanos. No puedes desafiar impunemente a una fuerza política mayoritaria sin generar consecuencias que puedes no lograr controlar después.

El IFE primero y el INE después, es producto, primero de un acuerdo de todas las fuerzas políticas para canalizar ordenadamente e institucionalmente, con normas claras y funcionarios por consenso, la lucha por el poder. Nunca ha habido una normatividad cercana a la perfección, pero si en lo fundamental. Decía Porfirio Díaz que “el que hace la norma hace la trampa para que no se cumpla”, de este modo se le cuestionaron durante muchos años distintos aspectos, al grado de que se pudo burlar la voluntad popular en 1988, en 2006, y en 2012. El actual INE, y la normatividad que le legaliza y legitima en su función, fue producto de una fuerte controversia, con propuestas de Morena y aliados y bloqueos de distinto orden en las cámaras legislativas. Resultó un híbrido, en buena medida.

Pero en la acción subjetiva de los funcionarios aprovechando resquicios legales o ausencias normativas ante coyunturas inéditas, ha estado la clave para inclinar la balanza en favor de una fuerza u otra, a pesar de que el mandato recibido es claramente de orden institucional, neutralidad inobjetable del árbitro electoral.

Violentando y vulnerando las instituciones y los procesos legales, en particular, el del árbitro electoral, se produce un “salto al vacío”. Cuando Lorenzo Córdoba con todo cinismo lo hizo, no estaba de por medio la presidencia de la república, que es el momento estelar del proceso de elección de representantes populares y de autoridades federales en México, de la primera magistratura del país. Las coyunturas no son las mismas, hoy el ambiente se está tensado cada vez más, y la cuerda cuando se tensa demasiado, regularmente suele reventarse. Es una ley de la física, específicamente de la mecánica.

Considero que la Cámara de Diputados debe llamar a rendir cuentas a la Sra. Taddei, cuanto antes, mejor. Son muchos los aspectos que tiene que explicar en el periodo que le ha tocado fungir como consejera presidente del INE. Han sucedido distintos hechos en donde su imparcialidad y fundamentación de decisiones está en tela de juicio. Esos funcionarios son de los que más cobran como para que su responsabilidad trascurra incuestionada o inexplicada.

Escucharemos qué tiene que decir.