Y es que, es inevitable no pensar que el Frente Amplio por México es un negocio o algo así. O así nos lo hacen creer los líderes de ese movimiento con sus acciones y actitudes. De veras que se empeñan por ganarse el descrédito y la desconfianza de la gente.

Se rumora que el tema del plagio del documento que acredita a Xóchitl Gálvez como Licenciada en Ingeniería en Computación le ha estado dando dolores de cabeza al FAM.

Y es que de entrada nadie de los miembros de ese frente ha salido a defenderla genuinamente.

Tristemente noto a una Xóchitl sin acompañamiento y sin defensores. Abandonada a su suerte pues.

Algo que sí tenía la ministra Yasmín Esquivel. No solo ella se defendió a sí misma a rabiar, sino que todo el aparato de poder de Andrés Manuel López Obrador la respaldó.

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Aquí en el caso de Xóchitl, un absoluto silencio.

Supuestamente Santiago Creel es su vocero, pero cuando más se le necesitó, pues el rey andaba de paseo por Europa.

Aterrados Alito Moreno, Marko Cortés y Zambrano por perder todo el pastel, sin importarles la integridad y el honor de Xóchitl Gálvez como tal, parece ser que le quieren dar la espalda para subir de nuevo a Beatriz Paredes en su lugar.

Y yo como ciudadana les digo y lo reafirmo: “ahí sí no”.

No. Ya no queremos, esa ciudadanía por la que dicen partirse el alma y adorar ya no queremos que ellos decidan.

Muchas gracias, pero no.

Ya no queremos que ellos elijan lo que más les conviene, porque justamente es eso, ¡eligen lo que les conviene a ellos nada más!

Por lo que de ser cierto este rumor o el otro rumor que está soñando y que creo aún es mucho peor: Que bajarían a Xóchitl Gálvez para colocar como contendiente de la oposición a Marcelo Ebrard, me parece una burla de muy mal gusto.

De ser así, que ellos decidan actuar de este modo, estoy segura perderán muchos seguidores y adeptos.

Al menos yo ya no voltearía a pensar en sus candidatos como una opción de contrapeso.

Es grave la manera burlona y dantesca que tienen de estar jugando con nosotros.

Pero más aterrador es que ya no disimulan por mostrarle apoyo a alguien.

Si no les sirve, desechan a esa persona y suben a otra.

Ni siquiera por unidad y solidaridad le brindan apoyo a Xóchitl para que su prestigio no se vaya por la borda.

Y odio reconocer, pero hay que ser congruentes y objetivos, y aceptar que el aparato que trae Morena es realmente robusto y fortalecido.

Ahí tienen como todos los miembros de Morena brincan en solidaridad hacia otros cuando se sienten amenazados o violentados o se les descubre alguna porquería, como a tantos otros.

Ahí, por la voz y orden del presidente, todos se ordenan al mismo tiempo y arropan al miembro golpeado políticamente, en conjunto y organizados.

Me pregunto ¿cómo es el que el Frente Amplio por México pretende que se le vea como una estructura política sólida y confiable?

Están viendo y no ven.

Es tiempo de que la ciudadanía le quite la estafeta al FAM. No se trata de entrar en confrontación con ellos ni ruptura, ni ofensas ni agravios.

Se trata de que por primera vez los ciudadanos seamos realmente los que quitemos y pongamos a los y las candidatas.

Siempre las mismas caras, los mismos protagonismos, los mismos ojos abiertos desorbitados y avorazados por ver quién se queda con el botín.

México merece mucho más que eso, México merece ser tratado de mejor manera, de una manera digna.

Y la ciudadanía es su mejor representante.

No unos cuantos que se sientan en una mesa redonda para tratar de velar por sus propios intereses partidistas y políticos.

Yo no confío ni en Alejandro Moreno, ni en Marko Cortés ni en Jesús Zambrano.

Y vaya desilusión la que me he llevado con Santiago Creel.

Alguien que parecía verdaderamente importarle lo importante y resultó que en momentos de crisis andaba de paseo por Europa con el sueldo que todos los mexicanos le pagamos.

No será más el Frente Amplio por México.

Seremos los mexicanos, que es diferente.

Si el FAM no sabe darles su lugar a sus candidatos y arroparlos y dar la cara por ellos, los ciudadanos sí lo sabemos hacer y lo vamos a demostrar.

Ya no nos engañan tan fácilmente.

Le doy la razón al presidente cuando dice que: México es un pueblo muy avispado.

Sí lo es.

Es hora de demostrarlo.

Es cuánto.