Irreverente

Les platico:

Sectas las hay hoy, en un bando y en el otro.

No solo son las que mandan en Morena y sus aliados; también lo son las que hacen lo mismo en los partidos de oposición.

¿Qué son Mario Delgado, Beto Anaya, Alito Moreno, Marko Cortés, Karen Castrejón, Jesús Zambrano y el mismo Dante Delgado?

No son presidentes de sus partidos; son cabecillas de una o dos de las pandillas o sectas que se han apoderado de Morena, del PT, PRI, PAN, PVEM, PRD y de MC.

Sus luchas intestinas han hecho que tomen decisiones con sus intestinos, no con el pensamiento; ejecutan acciones por instinto, no por talento.

Y la historia dice que las sectas se destripan a sí mismas.

El fuego amigo -y no el enemigo- acaba con ellas.

Instinto animal

Carente de inteligencia, el animal sobrevive gracias a su instinto.

En el humano, mientras menos inteligente sea, más dotado de instinto está.

La Madre Naturaleza es sabia y sabe cómo armar a sus criaturas para la supervivencia.

La regla es: a menor inteligencia más instinto y viceversa.

Al carecer de suficiente inteligencia, el imbécil sobrevive gracias a su instinto, pero eso lo hace más animal que humano, dicho sea esto con perdón de los animales.

Por ejemplo:

Se necesita ser descomunalmente idiota para vivir y viajar en la opulencia y la estridencia -como lo hace el General Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval- cuando su jefe supremo alardea de una austeridad republicana, soberana, draconiana y franciscana.

Se necesita ser un p3nd3jo consumado cuando, sabiendo que los Guacamaya Leaks se saben hasta la marca de los calzones que compra en Neiman Marcus, deja evidencias por todos lados del dispendio que hace para viajar por medio mundo con su séquito de familiares y lacayos, a costa de nuestros impuestos.

Y citando a mi abuela cuando fue la primera alcaldesa de todo México:

“Tanto peca el que mata a la vaca, como quien le pesca la pata”, y esta alusión se la dedico con todo mi irreverente respeto al presidente de México, que en la mañanera de este miércoles defendió al titular de la SEDENA al decir que nunca se ha ausentado los 15 días que señalan los documentos sobre sus viajes.

Cuando los reporteros le replicaron que los familiares del militar sí, el presidente quiso desviar el tema al pregonar:

¿Y Loret de Mola? ¿Y Junco? ¿y Ealy?, arguyendo que ellos también usan dinero público porque venden protección y tienen contratos de publicidad con el gobierno.

Otra cortina distractora de humo

Con todo respeto, señor presidente, su postura frente a la escandalosa vida de lujos de Luis Cresencio Sandoval a costa de nuestros impuestos, es otra cortina de humo y su alusión a los citados periodistas está totalmente fuera de lugar.

Pero, ¿qué se puede esperar de él, si ya defendió a su primer jefe en la política, Ignacio Ovalle, tras el criminal robo de $13,000 millones a Segalmex, la empresa que el mismo AMLO creó para alimentar a bajo costo a los pobres?

¿Qué se puede esperar de él sí defiende a Sanjuana Martínez, la inútil ex directora que provocó la liquidación de Notimex tras una costosísima huelga de tres años?

¿Qué se puede esperar de él si tolera e incluso alienta las descaradas campañas políticas en busca de la presidencia, de sus tres corcholatas?

Y hablando de la ciudadanía

El principio de la vaca se aplica por igual a los mexicanos que votaron por Andrés Manuel y hoy se la andan mentando.

Aplica también para los sampetrinos que votaron una y hasta dos veces por Miguel Treviño de Hoyos y hoy también se lamentan, se la mientan... y de tirano no lo bajan.

“Quién les manda”. Cito de nuevo a mi abuela.

CAJÓN DEL SASTRE DE PANAMÁ

“Eso les pasa por p3nd3jos. Los son los unos y también los otros”, remata la irreverente de mi Gaby.