El detener la reforma educativa y cambiarla por la llamada “revolución de las conciencias”, que no es otra cosa que el método de “adoctrinamiento” utilizado principalmente en regímenes fascistas y autoritarios, ha sido uno de los peores errores de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
La escritora y politóloga Hannah Arendt al respecto señala: “Lo que ejerció la fascinación no fue la habilidad de Stalin o Hitler en el arte de mentir, sino el hecho de que fueran capaces de organizar a las masas en una unidad colectiva para respaldar sus mentiras con una impresionante magnificencia.” Y aún más: “La fuerza que posee la propaganda totalitaria…descansa en su capacidad de aislar a las masas del mundo real.”
Lo hizo el líder chino Mao Tse-tung, como promotor de la revolución cultural y ahora lo implementa AMLO. El expresidente chino consideraba que la herencia cultural china estaba impregnada de elementos feudales e imperialistas, entonces optó por hacer una “limpieza general” en materia de historia y cultura. Es lo mismo que busca AMLO, primero eliminar todo lo relacionado con el periodo que él llama “neoliberal”, para luego imponer su interpretación de la historia y sus propios héroes, para comprobarlo, solo basta tomar una clase de historia en la mañanera.
Otra similitud entre las propuestas de AMLO y Mao es la eliminación de los exámenes de ingreso, que, en la China de Mao, se limitaban al aprendizaje de lemas revolucionarios, es decir, los aspirantes deberían tener un pleno conocimiento de la doctrina y los personajes que contribuyeron a su conformación teórica y su práctica.
Para allá vamos
Delfina Gómez, secretaría de Educación, bajo la guía y tutela de la no Primera Dama Beatriz Gutiérrez y de su maestro, guía intelectual y gran amigo, Marx Arriaga y de un activista convertido en subsecretario de Educación Superior de la SEP, Luciano Concheiro (excuñado de Pablo Gómez y hermano de la tesorera de la Federación), al anunciar el nuevo modelo educativo informaron que se contempla desconocer a los libros de texto actuales porque fomentan “el modelo neoliberal”, por otro lado, para evitar cualquier exposición con el mundo real, se eliminan los exámenes de evaluación internacional y los objetivos se alinean a los propósitos de la Cuarta Transformación. En pocas palabras, el modelo propuesto es pura ideología, propaganda y adoctrinamiento.
De hecho, la instrumentación del proceso de adoctrinamiento inicia en las mañaneras, el espacio diario del presidente.
El desmantelamiento del sistema educativo que había venido funcionando comenzó cuando el presidente AMLO ordenó quitar las guarderías, las escuelas de tiempo completo y la enseñanza del inglés. Se suspendió la entrega de desayunos escolares y los libros de textos gratuitos fueron suplantados por otros donde se destacan sus clases de historia y la “cuarta transformación” e incluso, se incluyó un capítulo de su propia autoría. Gradualmente se han retirado apoyos a las universidades públicas, empezando por la UNAM, institución a la que, por cierto, no desperdicia oportunidad para descalificarla: “No solo la UNAM, todas las universidades fueron sometidas por el pensamiento neoliberal. Es lamentable que la UNAM se haya derechizado como sucedió en los últimos tiempos”.
Quiénes están detrás
Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica, editorial del gobierno, decidió hacer una selección de libros “ideológicos” y “propagandísticos” para reeditarlos y distribuirlos de forma gratuita.
Hace unos días en España, al presentar un libro, Paco Ignacio reveló su desprecio hacia el sistema escolar (y mal agradecido, no es capaz de reconocer la valía que tuvo su padre Paco Ignacio Taibo I en su educación). Cuestionado sobre la educación en la infancia y respondió: “Aprendí más en casa que en el cole. Yo sacaba un 10 en Geografía, en Historia y en Botánica porque me sabía las plantas venenosas aprendidas de las novelas de Emilio Salgari. El colegio era deseducación. El colegio era tres más dos, igual a cinco. Y yo dije: No, no, tres más uno es cuatro, igual que Los tres mosqueteros”.
Además de bloquear y botar a la basura las lecturas que considera como de “derecha”, Paco Ignacio Taibo II, reconoce que desde que asumió el cargo para relanzar el proyecto con un cariz popular y de fomento masivo de la lectura, está a las bofetadas con la derecha y sus testaferros, porque les molesta “el éxito” del FCE como proyecto popular.
Qué decir del guía de la Primera No Dama Beatriz Gutiérrez, Marx Arriaga, actual director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública, que al dictar la conferencia “Formación de docentes lectores en la escuela normal”, aseguró que leer por goce es un acto de consumo capitalista.
Ahora sí, la “deseducación”
El planteamiento de la secretaria de Educación, Delfina Gómez, elimina los grados escolares para sustituirlos por fases de aprendizaje, o sea, mientras más adoctrinado, más rápido se sube en la escala educativa. Las seis fases propuestas obedecen a un proyecto de adoctrinamiento puro; lenguajes; saberes y pensamiento; ética, naturaleza y sociedad, y temas de lo humano y lo comunitario.
El puñal que este gobierno ha clavado al sistema educativo se ve reflejando también en el presupuesto que según datos de la Secretaría de Hacienda se le asigna, un 3.3% del PIB, el segundo más bajo desde 2010.
Al final, el proyecto de la 4T sobre Educación forma parte del plan maestro de cualquier gobierno fascista, el culto a la persona y la propagación de un pensamiento único que niegue la ciencia y la investigación.