Siguen los análisis relacionadas con el discurso de AMLO en el Zócalo de la Ciudad de México del pasado 18 de marzo. La comentocracia no ha dejado de preguntarse quién, en la 4T, es Francisco J. Múgica y quién Manuel Ávila Camacho.

Hoy lo hace en Reforma el señor Jorge Volpi, y responde lo mismo que el resto de quienes han opinado sobre el tema: Claudia Sheinbaum es Múgica y Marcelo Ebrard es Ávila Camacho. Pero lo interesante del articulo de volví —”En el espejo cardenista”— es que añade una pregunta que deja, pero no deja sin respuesta: ¿quién es el Juan Andreu Almazán de AMLO?

Cito lo fundamental del texto de Volpi para refrescar los conocimientos históricos y el porqué de la comparación de personajes del pasado con las actuales corcholatas:

  • El presidente Andrés Manuel López Obrador “lamentó que, en la sucesión de 1940, Lázaro Cárdenas hubiera elegido a Manuel Ávila Camacho, en vez de a Francisco J. Múgica”.
  • Cárdenas “tenía más afinidad ideológica” con Múgica y este representaba “una mayor certeza de continuidad y profundizar la política social y nacionalista”.
  • En el análisis histórico de AMLO, se equivocó el general Cárdenas al apoyar a Ávila Camacho porque con la presidencia de este “empezó a abandonarse el auténtico ideal revolucionario y las acciones en beneficio del pueblo”.
  • ¿Por qué si Cárdenas se identificaba con Múgica hizo presidente a Ávila Camacho? Para evitar una guerra civil.
  • Ávila Camacho, en efecto, era aceptable para los poderes fácticos de la época, que rechazaban al izquierdista Múgica.
  • A Lázaro Cárdenas le faltó fuerza política para respaldar la candidatura de Francisco J. Múgica, y así llegó al poder Manuel Ávila Camacho, con lo que se instauró en México “la paz de las componendas y de la corrupción”.

En la 4T, ¿quién es Múgica?, ¿quién Ávila Camacho?

López Obrador supone que a él no le faltará influencia política para apoyar la candidatura presidencial de su corcholata más identificada con el proyecto de izquierda. ¿Quién? Todo el columnismo mexicano ha respondido: la Múgica de AMLO es Claudia Sheinbaum y el Ávila Camacho es Marcelo Ebrard.

El propio Jorge Volpi responde de esa manera:

  • Andrés Manuel López Obrador “con quien guarda ‘más afinidad ideológica’ y quien ‘representa una mayor certeza de continuidad’ es Claudia Sheinbaum”.
  • Para AMLO, “la concesión a la cautela ante el avance de la derecha —acaso dibujada en su mente en la manifestación contra la reforma electoral— estaría del lado de Marcelo Ebrard”.

¿Y quién es Andreu Almazán?

Nadie había hecho esta pregunta antes de Jorge Volpi. Al menos yo no la había leído en ningún artículo de la prensa mexicana. Antes de responderla hablemos de esa figura de la historia:

  • Según AMLO, Juan Andreu Almazán “contaba con el apoyo de importantes grupos de derecha y de un sector del ejército”.
  • Aunque no presentó candidato a la presidencia en 1940, inclusive el PAN apoyó abiertamente la candidatura de Andreu Almazán.
  • De acuerdo con Wikipedia, Andreu Almazán fue maderista, después enemigo de Madero, posteriormente aliado de Victoriano Huerta, más tarde apoyó Emiliano Zapata en la lucha de este contra Venustiano Carranza, la llevó bien con el grupo cardenista, también fue villista y en 1940 se enfrentó electoralmente al candidato de Cárdenas.

AMLO y Almazán

Para Jorge Volpi, el mensaje de AMLO del 18 de marzo:

  • “Resulta más complejo que la simple identificación actual de Ávila Camacho y Múgica”.
  • Lo relevante del discurso del presidente López Obrador “se halla, más bien, del lado de Almazán”.
  • Juan Andreu Almazán “cuando al fin se decide a enfrentarse a Cárdenas y al nuevo PRM, es jefe de la zona militar de Nuevo León: es decir, parte integral del régimen cívico-militar que gobierna al país”.
  • Entonces, “la mayor amenaza para la 4T no estaría en elegir un sucesor moderado, sino en que alguien de su propio régimen decidiera enfrentársele con el apoyo de una parte de los suyos, de ‘importantes grupos de la derecha’ o ‘incluso del PAN’…”.
  • La advertencia es para las corcholatas: “Nada tan terrible como que alguno de los perdedores de la encuesta siguiera el ejemplo de Almazán”.
  • Es decir, AMLO está siendo perfectamente claro y objetivamente sincero con las corcholatas: habrá encuesta, pero cuídese quien traicione solo porque las estadísticas de preferencias electorales no le favorezcan.

¿Quién es el Andreu Almazán de la 4T?

Jorge Volpi, quizá para no meterse en problemas, no quiso responder abiertamente. Pero otras opiniones de la comentocracia, las biografías de las corcholatas y lo que han hecho en los últimos meses son contundentes.

¿Qué corcholatas son como Almazán, es decir, han andado en prácticamente todos los partidos o coqueteado con diferentes institutos políticos?

  • Claudia Sheinbaum no es como Andreu Almazán porque ella no ha andado brincando de un grupo político a otro: solo ha militado en la izquierda y en la administración pública solo ha colaborado con AMLO.
  • Gerardo Fernández Noroña también puede exhibir una sola militancia: en la izquierda, aunque sin cercanía real con López Obrador.
  • Adán Augusto López sí fue priista, pero sin importancia, así que para todo fin práctico nació en la política con AMLO.
  • Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal sí han cambiado de camiseta cada vez que sus ambiciones así lo han exigido.
  • Monreal es un Almazán chiquito, tan pequeño como sus bajos números de preferencias electorales. Ya fintó con irse a la oposición, donde le abrieron una puerta y le pidieron que hiciera méritos, pero no los hizo y volvió a ser morenista. En Morena se quedará porque conoce sus limitaciones.
  • Ebrard es un Almazán más grande. (i) Fue priista importante en el sexenio de Salinas, (ii) traicionó a Colosio buscando robarle la candidatura presidencial para beneficiar a su padrino político Manuel Camacho, (iii) después participó en la fundación de un partido con Camacho,(iv) fracasó en su partido y se pasó al grupo de AMLO, (v) años más tarde enfrentó a López Obrador por la candidatura presidencial de 2012, (vi) soñó con reorganizar al PRD para construir su candidatura a la presidencia en 2018 —el desastre de la Línea 12 del metro que él construyó lo despertó de ese sueño y se fue un tiempo a Europa para evitar que las autoridades lo persiguieran por su presunta responsabilidad en esa fallida obra pública— y (vii) en 2018 volvió con AMLO y ahora busca la candidatura presidencial de Morena, pero…

¿Traicionará Ebrard a AMLO?

Toda la comentocracia dice que Ebrard se irá a la oposición si la encuesta de Morena no lo favorece, y hasta el momento los sondeos publicados no son positivos para él: no gana en ninguno, Sheinbaum lo supera en todos.

No solo la comentocracia diagnostica la traición de Marcelo Andreu Almazán, sino que buena parte de la misma le suplica que deje a Morena y pelee en las elecciones del 2024 contra AMLO y su candidata, que si las encuestas mantienen sus tendencias actuales será Claudia Sheinbaum.

O sea, Ebrard tiene dos personalidades: es el derechista a la Ávila Camacho que López Obrador podría apoyar como candidato presidencial para calmar a los poderes fácticos, y también es el potencial rebelde en modo Andreu Almazán con el que la derecha lucharía contra la 4T.