AMLO y Morena, dentro de sus enormes conquistas electorales, tienen aún una asignatura pendiente: la victoria en el Estado de México. Esta entidad, con sus 17 millones de habitantes y su posición como segundo estado en términos de contribución al PIB nacional (únicamente por detrás de la Ciudad de México) tendrá elecciones en junio de 2023.

Las elecciones en el Estado de México suelen ser consideradas la antesala de los comicios federales. Sin embargo, a pesar del triunfo de Alfredo Del Mazo en 2017, lo que hubiese presagiado la derrota de Morena en 2018, los resultados son bien conocidos.

Según ha trascendido, Delfina Gómez sería la candidata de Morena para contender por la gubernatura en 2023. Para ello, dejaría la SEP dentro de las próximas semanas. El lector recordará que fue la propia secretaria quien participó en los últimos comicios estatales contra Del Mazo. El priista, a pesar del poderío creciente de Morena, ganó la elección estatal, en medio de acusaciones de acarreo y fraude electoral.

Lamentablemente, Delfina Gómez sí que tiene oportunidades de victoria. Por un lado, el ascenso fulgurante de Morena atestiguado desde 2018 con el triunfo de AMLO y la mayoría en el Congreso, y luego, con la confirmación de la presencia del partido oficial en las entidades federativas.

Un triunfo de Delfina Gómez sería, en todo caso, una mala noticia para los mexiquenses. En primer lugar, la integridad moral de la titular de la SEP ha quedado en entredicho desde que fueron hechas públicas las aportaciones de los trabajadores del municipio de Texcoco a Morena, con un supuesto 10 por ciento de sus salarios. Así fue reportado por Mexicanos contra la Corrupción y diversos medios de comunicación.

En segundo lugar, un triunfo de Gómez, y con ello, el colapso del PRI a nivel estatal supondría el desvío de fondos del estado para la campaña presidencial del 2024. Como he señalado, el Estado de México, con su gran economía, sería una excelente fuente de financiamiento para el candidato de Morena.

Y finalmente, y no por ello de menor importancia, el talante de Delfina. La titular de la SEP, quien nunca ha merecido sentarse en la silla de Vasconcelos, ha quedado expuesta por su falta de instrucción, por su ceguera ideológica hacia el líder moral de su partido y por sus vínculos con el gremio sindical, lo que perjudicial para la educación de los niños y jóvenes mexiquenses que estudian en escuelas públicas en el Estado.

Del Mazo, por su parte, se ha mostrado complaciente con AMLO y Morena. Rara vez se le escucha criticar a la autoproclamada 4T. Por el contrario, en semanas recientes, el gobernador mexiquense se deshizo en halagos y elogios hacia el presidente y su gobierno con motivo de la inauguración del AIFA.

Delfina nunca ha merecido, ni por sus credenciales ni por su experiencia, ocupar la titularidad de la SEP. No merecerá, aun menos, convertirse en la gobernadora de la segunda entidad más grande del país.

José Miguel Calderón en Twitter: @JosMiguelCalde4