El mecanismo
Primer Piso de la 4T, 2019: De Motezuma, de Antonio Vivaldi, a Motecuhzoma II, de Máynez Champion.
Segundo Piso de la 4T, 2025: De Guatimotzin de Aniceto Ortega, a Cuauhtemoctzin, de Máynez Champion.
El mecanismo de apropiación ha sido idéntico en ambos casos y ha sido revelado por su inventor: “Reelaboré. Lo mismo que hice con Vivaldi, con su Motezuma, lo hice con Guatimotzin, de Ortega; esta ahora va a ser una ópera fílmica” (entrevista en ViBe TV, 28 de julio de 2023).
Y el procedimiento artístico es el siguiente: se reescribe un libreto para sustituir al original; se modifican escenas y personajes; se traduce al náhuatl (con uso parcial del maya peninsular); se interviene la música original sobreponiendo instrumentos prehispánicos a la partitura original, a saber: teponaztli, ocarinas, silbatos, flautillas de diverso material, tambores, conchas, y demás instrumentos en general aerófonos, membranófonos e idiófonos; se buscan legitimadores no musicales del trabajo (Miguel León Portilla o Patrick Johansson, por ejemplo); se renombra la obra; se hace el registro formal de la autoría; y lo más importante del proceso: se busca patrocinio para su representación, ya sea del gobierno federal o de la ciudad (INBAL o secretaría de Cultura, por ejemplo).
Y ya está, las “nuevas” obras quedan registradas públicamente, en boletines de prensa, sitios virtuales del gobierno federal o local, anuncios, carteles, programas de mano, youtube, Wikipedia y en la biografía del autor.
Dos pisos, dos plagios
Primer Piso de la 4T: En 2019 se patrocinó con 9 millones de pesos del erario de la Ciudad de México, para presentar en el Zócalo en el aniversario del primer encuentro entre Moctezuma y Hernán Cortes, la ópera Motezuma de Vivaldi “intervenida”, a manera de “refutación histórica” y de “resignificación”, renombrándola Motecuhzoma II y redirigida la autoría a Máynez.
Segundo Piso de la 4T: En 2025, para conmemorar el 700 aniversario de la fundación de México Tenochtitlan se presenta Guatimotzin de Ortega “intervenida”, a manera de “corrección histórica” y “resignificación” (con un fragmento previo presentado en el homenaje a Cuauhtémoc en febrero pasado), renombrándola Cuauhtemoctzin y redirigida la autoría a Máynez. Se desconoce el presupuesto, pero al tratarse de una versión fílmica (se sobreentiende que ha sido videograbada previamente), el costo tiene que ser mucho menor.



Este procedimiento podría indicar que hay mucho material original por transformar, resignficar, refutar, renombrar, etcétera. Sin ironías en relación al repertorio mundial susceptible de ser redirigido, solamente considérese el referente al mundo prehispánico: como ejemplo, hay más de veinte óperas, cantatas u oratorios inspirados en la figura de Moctezuma de autores disímbolos que podrían homogeneizarse bajo una sola autoría; es tanto el material, que faltará tiempo, pero no entusiasmo, de seguro.
De ahí que sea pertinente la pregunta: ¿va pronto la 4T por una nueva transformación operística, por un tercer plagio? (lo cierto es que no he revisado la música de la cantata Cuitlahuactzin, del propio Máynez, para ver si hay alguna inspiración resignificada).
La seriedad de las cosas
Qué bueno que dentro del gobierno de la 4T haya funcionarios que gustan de la ópera, ese género artístico que va de lo sublime a lo grotesco y viceversa. Mejor aún sería que también patrocinaran la creación de nuevas obras y, sobre todo, que no cayeran en trampas, que revisaran los criterios con que se asignan recursos para respaldar proyectos que son un claro plagio a autores originales; esto no sólo es antiético o cuando menos una acción producto de la ignorancia, también, en ciertas condiciones, es o podría ser ilegal.
Alfonso Suárez del Real respondió de manera impersonal mi cuestionamiento en la plataforma X el 21 de julio pasado:
H. P.: Aprovecho para preguntarle de las dos óperas que yo argumento ha plagiado Máynez Champion, Motezuma de Vivaldi y Guatimotzin de Aniceto Ortega; usted patrocinó la primera como secretario de Cultura de la Ciudad de México y ahora avala el segundo plagio. ¿Qué puede decir?
J. A. SdR: La recreación en música es un ejercicio de la libertad creativa que ampara nuestra constitución en su artículo 4to desde el 2009; y en ese sentido la recreación fue la traducción del libreto del italiano al castellano, náhuatl y maya.
Pues resulta que ni la Constitución nacional ni la local, en sus respectivos artículos 4to., hablan literalmente de la “recreación en música” como “un ejercicio de la libertad creativa”; hablan de derechos humanos en general. Y aunque lo dijeran, la apropiación de lo ajeno va más allá de la recreación y no es nada divertida; si somos serios, esto se entiende.
Lamento tener que hacer estas denuncias. Lo hice en 2019 en dos columnas y una videocolumna. Lo he hecho también en 2025. Alguien tiene que hacerlo al ser contemporáneo a esta irregularidad.
Pero este espacio también ha sido propositivo. En 2019 se hizo un propuesta doble: una, la representación de obras de inspiración prehispánica tal cual fueron concebidas por sus creadores: obras de teatro, obras musicales, cinematográficas, coreográficas…, otra, la convocatoria a un concurso para la creación de obras nuevas con dicha inspiración tan cara a la 4T. Proyecto Malinche, le llamé; no tuvo eco, pero continúa vigente.
Con Cuauhtemoctzin “ópera fílmica”, se consuma el segundo plagio operístico de la 4T en el desarrollo de su segundo piso, precedido por Motecuhzoma II, del primer piso: Dos pisos, una misma escalera. La presidenta de la república, Claudia Sheinbaum, la secretaria de Cultura, Claudia Curiel y la jefa de gobierno, Clara Brugada, debieran revisar con seriedad ese mecanismo plagiario aquí planteado y que ha sido oficialmente avalado y patrocinado.

Héctor Palacio en X: @NietzscheAristo