ESTIRA Y AFLOJA

No fue un lamentable accidente lo sucedido contra América. Cruz Azul fue humillado, sobajado por el más odiado rival y estos siete goles que se recordarán de por vida, tienen responsables directos.

Regresó la economía del fracaso al equipo, el descontrol financiero y la ambición desmedida por quedarse con el equipo. Pasaron más de 23 años sin ganar un titulo de liga, lapso en donde pasaron más de 120 futbolistas contratados, 23 entrenadores y 7 directores deportivos o vicepresidentes, pónganle el título que se les dé la gana. Pero también pasaron varias personas que se creyeron dueños del equipo, aunque la realidad es que debería, y subrayo debería, ser de la Cooperativa Cruz Azul.

Pero la ambición por el poder, la astucia y la ilegalidad han sido parte de este equipo de futbol, ensuciado por directivos que ostentan ser, sin serlo; aunque alguien los ha avalado. Así han pasado Guillermo Alvarez, el hombre invisible que lleva la justicia buscándolo años sin encontrarlo, Víctor Garcés, Alfredo Álvarez, Robin Álvarez y en tiempos más recientes, Víctor Manuel Velázquez, José Antonio Marín y también exconsentidos de la 4T como Julio Scherer, Aguinaco Gómez Mont y Rafael Anzures.

Parecía que todo marchaba bien. Le ganaban a Santos el título del Guardianes 2021 trabajando con sensatez y profesionalismo. Llevaron a un ejecutivo reconocido del futbol mexicano como Alvaro Dávila y a un entrenador serio como el peruano Juan Reynoso. Jugadores necesarios para fortalecer la plantilla y por fin, campeones.

Pues todo es buen trabajo lo tiraron a la basura. Regresaron a Jaime Ordiales a la dirección deportiva, personaje que no toleraba a Dávila y Reynoso, y por ende los despide del equipo. Contrataciones tardías, malos futbolistas y nula planificación. Incluso contratan a un charlatán como Diego Aguirre que lo traen como entrenador a consejo de la empresa Promofut, esa misma que coloca y coloca jugadores en Chivas y que de hecho, la primera idea era que fuera el técnico del rebaño sagrado, pero que para fortuna de Amaury Vergara no pudo Ricardo Peláez ponerlo en el banquillo debido al buen cierre de Ricardo Cadena.

Es decir, entre grillas, ambición al poder y volver a echar a andar la economía del fracaso, vive el actual Cruz Azul. Donde es más importante las comisiones a mandos medios de jugadores irrelevantes que tener éxitos deportivos.

Pero ¿Y los futbolistas? También se vale tener amor propio y mostrar vergüenza deportiva. No hay una diferencia entre América y Cruz Azul de siete goles, ¿o si?.