México entero debiera mucho más escandalizado por la muerte 14 marinos en cumplimiento de su deber, así haya sido una misión con poco sentido la de atrapar al capo de ya lejanas décadas y que pagó sus faltas ya, con ni más ni menos que 28 años de cárcel (una casualidad, accidente, de ese tamaño y en esas circunstancias es, en extremo, difícil), pero no, lo está, tampoco se le da la razón al presidente, de que actuar por impulsos (o por caprichos gringos) en ese tema sólo conduce al infierno en la tierra.

Causalidad casi imposible se divisa que el viaje presidencial a Washington y los inmediatos acontecimientos no tengan relación. ¿Otra vez recibiendo órdenes del imperio adicto a las drogas y a las armas?, sólo porque el irrecuperable en cuanto a su prácticamente nula fuerza dentro de su país, un atarantado y en apariencia fuera de sus razones Joe Biden de cara a las elecciones intermedias en el país de las barras y las estrellas.

Estériles pues los asuntos de las 14 familias mexicanas hoy enlutadas y toda la inestabilidad que puede seguir a la detención de Caro Quintero, inútil por completo para México en el tema de la violencia y la entrada indiscriminada de armas por la frontera norte, y para los Estados Unidos en el del bestial tráfico y consumo de drogas ilícitas. Caro Quintero es un golpe mediático electorero, no le busquemos, en el cual México volvió a poner los muertos y los yanquis pararse el cuello. Estéril ya se evidencia también hoy el tormento y muerte del agente extranjero en México, Enrique Kiki Camarena (NO el “Kikín Fonseca”, cómo lo llamó un analista de TV, hecho que ilustra lo lejano y anacrónico del caso) en 1985, ya que su misión consistió es infiltrarse en un cártel mexicano y localizar y destruir un gigante plantío de... ¡marihuana!, si, de esa hierba que hoy y desde hace tiempo se cultiva y vende de forma 100% legal en la mayoría de los estados gringos, en cada esquina uno o varios “dispensarios”, dónde las filas para comprar la otrora droga prohibida son cosa cotidiana, y negocio del cual los yanquis ya dejaron fuera a los carteles mexicanos, colombianos y de todo el mundo para tener el monopolio de todo su proceso comercial, cínico cobro de impuestos incluido.

Consumidores de anfetaminas

Si realmente quisiera al gobierno del vecino del norte mostrar fuerza y autoridad, no se va contra un capo anciano y carente de poder real, sino que tiene al expresidente mexicano Calderón con todos los indicios posibles y que dejó a su vecino del sur sumido en la peor crisis moral y de violencia desde la Revolución Mexicana. Pero no, ellos dispusieron que se le detuviera al capo, insisto, como golpe (que NO les servirá a los demócratas de NADA) de cara a las próximas elecciones.

De todo esto no queda sino rescatar lo poquísimo positivo que queda, cuándo menos hasta hoy y si no se negoció algo beneficioso para México, es que la muletilla de la oposición de “abrazos no balazos” cómo el origen de la brutal violencia en México no es sino una quimera, pero de ahí en fuera, nada más. Sabio es el presidente Andrés Manuel en evitar salir del país, a cumbres multilaterales con pomposos nombres y objetivos eufemísticos, que no tienen otro propósito de fondo que no sea el de que los países poderosos abusen de los más pequeños.

Países que exportan armas