Bienvenidos amantes de la gastronomía. A lo largo de la historia el papel de la comida ha pasado de ser una simple necesidad de saciar el apetito, así como nutrir y alimentar nuestros cuerpos, a ser toda una experiencia sensorial.

Si bien es cierto que comer nos produce una sensación de bienestar, en la actualidad hay infinidad de restaurantes y empresas que buscan ir más allá de servir platillos; no basta que sean de “autor”, o de algún tipo de cocina en específico, sino que su intención es que el comensal abra todos sus sentidos y se “deleite”, en la dimensión más amplia de la palabra.

No todo el público tiene esta disposición. Hay gente que sigue sin comprender a este tipo de cocina, que busca que el comensal, de principio a fin, vea más allá del plato de comida. Hay que decirlo, en esta experiencia todo, hasta el más mínimo detalle, es importante.

Por eso muchos restaurantes, chefs, y hasta empresas de entretenimiento, están ofreciendo diferentes opciones para los glotones de corazón, que además de disfrutar la comida, buscan una verdadera experiencia.

Tenemos por supuesto las cenas a ciegas, “The Blind Dinner Experience”, a cargo del Sommelier Márquez-Muro. Consta de un menú de 4 tiempos, que por supuesto son sorpresa para el cliente, pues no sabe qué es lo que va a degustar, y los platos van acompañados de 4 copas diferentes.

El objetivo importante en este tipo de cenas a ciegas, es que la comida “se nos mete por los ojos”; al no tener la posibilidad de ver que se está comiendo, hay que esforzarse por utilizar el resto de nuestros sentidos. Por supuesto, hay mucha gente que ve este tipo de experiencias como un reto personal, para desafiarse a sí mismos y a sus sentidos.

Para muchas personas, este tipo de experiencias culinarias representa la posibilidad de aumentar su memoria gustativa; al final lo que se busca es que el comensal viva una cena sin igual, que puede vivirse en una cena individual, en pareja o en grupo; se lleva a cabo en “Solovino Club”, ubicado en Avenida de los Insurgentes esquina con Viaducto Miguel Alemán, Colonia Del Valle, Debes reservar con anticipación, y tiene un costo de $1,450 pesos por persona; si después de la cena quieres tener derecho a dos horas de barra libre, esta tiene un costo de $500 pesos. La cita es a las 8:00 de la noche.

Otra de estas experiencias es, sin duda, Dinner in the Sky ubicado en el Campo Marte, donde podrás disfrutar de una cena de cuatro tiempos a más de 45 metros de altura, con una vista panorámica excepcional y única de la Ciudad de México.

Si además de tener paladar aventurero, no le tienen miedo a las alturas, esta es tu opción. Al igual que el evento sensorial culinario anterior, en este se debe reservar en su propio sitio web, donde además tienes la opción de escoger un menú vegano, o avisar si tienes alguna alergia alimentaria.

El costo por persona es de $2,888 pesos, y también ofrecen un paquete de $3,000 mil pesos que incluye un ramo de rosas, dos copas de vino espumoso y canción de fondo, ideal para las parejas de enamorados que están buscando un lugar especial para hacer la entrega del anillo.

Terminamos con Sensoria, lugar dentro del Colegio Superior de Gastronomía, ubicado en Avenida Sonora 189, Colonia Hipódromo Condesa CDMX. Es un menú de 5 tiempos maridados con vinos de Casa Madero. Su costo por persona es de $3,500 pesos, y la cena es un viaje a la historia de nuestro país, desde la época prehispánica hasta nuestros días.

Una experiencia sensorial y visual de dos horas en las que se mezcla la gastronomía con una puesta teatral, para lograr una cena “inmersiva”. Los horarios son de 16:00 y 19:00 (días selectos de abril, seleccionar al comprar), y los boletos al igual que en las experiencias anteriores se consiguen directamente en la página de Fever.

Si quieren experimentar algo diferente, explorar sus sentidos al máximo y tener una cena que va más allá de la comida, estos son solo algunos de los ejemplos que podemos encontrar en la ciudad. Porque comer, es toda una experiencia.

¡Bon appétit!

Cat Soumeillera en Twitter: @CSoumeillera