IRREVERENTE

... Son dos carabinas

Les platico:

Nunca se le ha dado la importancia que en teoría tiene, pero desde que la presidenta nacional es María del Rosario Piedra Ibarra, menos.

La venerable señora es un apéndice de los designios que le dictan desde el Palacio Nacional y si ella no tiene autoridad ni se le reconoce influencia alguna, los presidentes estatales de dicha dependencia son un venerable cero a la izquierda.

Decir apéndice de un designio es un doble agravio, estoy consciente de ello y asumo las consecuencias de semejante “blasfemia” proferida contra la hija de una heroína de la lucha en pro de los desaparecidos, como es su mamá.

Viene a cuento lo anterior porque este 16 de octubre, la doctora Olga Susana Méndez Arellano -a la sazón presidenta de la CNDH en NL- le mandó decir al alcalde Miguel Bernardo Treviño de Hoyos que le haga favor de mandar quitar las mantas de clausura que ilegalmente colocó la autoridad de dicho municipio desde el 11 de septiembre del año 2021 en casa de un empresario sampetrino.

Está para que Miguel le responda: ¿a qué horas quiere que las quite, doctora?

O: ¿de qué sabor va a querer su nieve de limón?

El oficio -con número de control 05/2023- consta de ¡85 páginas! y creo que ni los abogados del empresario tuvieron las agallas para leer completa tanta retórica legaloide que al final de cuentas va a servir para lo mismo que hace López Obrador sobre la Constitución: nada.

Por si no lo sabían, Miguel Bernardo Treviño de Hoyos tiene hoy más tiempo, lana y menos distractores que nunca para enfocarse al 100% en su defensa contra las demandas penales que 11 sampetrinos pesados y pesudos interpusieron en su contra, por jugarla al “Andrés Manuel versión 4″ y al “Samuel García versión 2″.

¿Por qué?

Porque ya se le cebaron todas las oportunidades para jugarla por una senaduría, por una diputación federal y hasta “Madedito” lo mandó al carajo con su recientemente creado partido político, por aquello de una diputación local.

Por eso no se distraerá en sus funciones de alcalde porque para eso tiene a Bernardo González Garza como secretario del Ayuntamiento, aunque su tocayo ya se va, porque aceptó la encomienda de Miguel pensando en que éste se iría a hacer campaña para seguir su carrera política, y le prestaría la alcaldía por unos seis meses.

Pero como no se dio así la cosa, el buen Bernardo ya se va. ¿Qué necesidad tiene de andar en semejantes líos? Ninguno.

¿Entonces? Como lo escribí en una columna reciente.

Miguel ya se resignó a enterrar su carrera política.

Ya sabe que no habrá más fuero ni inmunidad y para no ir al bote, a partir de octubre cuando entregue el mando a Mauricio Fernández y el PAN recupere su joya de la corona, se irá a Harvard a tomar un diplomado en sabrá el Dios de Spinoza qué cosa.

El menaje de su casa ya empezó.

Hay una propiedad de la que luego les platicaré calle, número, colonia, municipio y código postal -porque no es en SPGG- a donde se están enviando sigilosamente sus cosas para empezar a pasarlas al “otro lado” poco a poco, para no llamar la atención.

Resumen:

La intervención de la inútil CNDH en este caso servirá para dos cosas: nada y nada.

Comisión Estatal de Derechos Humanos

Cajón de sastre:

“Lo peor de todo es que tú anticipaste esto desde hace medio año, pero ya ven, así es la gente”, detona la irreverente de mi Gaby, ya con un pie en el estribo para ir a recoger el premio a la CDMX.