No es casualidad que día con día salgan expresiones, hasta volverlos tópicos, con respecto a la “necesidad” de retomar el NAIM; y no debe sorprendernos que uno de sus más férreos defensores es Claudio X. González.

Todo un personaje digno de analizar. Su familia forma parte del Consejo de Administración de Kimberly Clark de México y el Consejo Mexicano de Negocios (CMN), y representa a uno de los siete organismos con voz y voto en la Comisión Ejecutiva del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Al CMN pertenecen directivos de Grupo Posadas, Industrias Peñoles, FEMSA, Alfa, Bachoco, Banamex, Bimbo, entre otras.

Además, es fundador de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), pero también la de Mexicanos Primero, una ONG diseñada como una iniciativa ciudadana independiente y plural que tiene como objetivo impulsar el derecho a la educación de calidad en México; es decir, el brazo más visible -y golpeador- contra los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Con estos breves antecedentes, sabemos que la ciudadanía y su bienestar no le interesan en lo absoluto a este personaje. Lo suyo es hacer negocios, y a ese análisis vamos. Uno de los más grandes berrinches de este empresario fue, sin lugar a duda, la cancelación del NAIM.

Desde su perfil de Twitter se queja amargamente y asegura que luchará por la restauración de dicho proyecto, una vez que salga la 4T del poder. Comenzó creando el hashtag #NoMásDerroches que derivó en un colectivo que ha presentado hasta el momento alrededor de 140 demandas de amparo contra la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía.

Con la información recabada, hasta este momento no alcanzaba a dimensionar por qué el enojo tan grande de Claudio, ¿pues qué perdió con la cancelación del NAIM?, evidentemente un gran negocio, ¿pero cuál?

Esto fue hasta que se publicó una nota de Contralínea, y las piezas del rompecabezas empezaron a tomar sentido. La primera nota es de marzo del año pasado y se titula “Mexicanos Contra la Corrupción transfiere millones a 3 cuentas en Suiza” escrita por Miguel Badillo; trata a grandes rasgos de un expediente realizado en el sexenio de Peña Nieto, donde investigaron a este empresario por las transferencias de dinero a cuentas ligadas a tres inmobiliarias de Claudio.

Así como lo lee, estimado lector, fue el gobierno de Peña Nieto y no el actual, quien solicitó una investigación exhaustiva a los dueños de Kimberly Clark. El expediente consta de aproximadamente mil hojas, y cuenta con información bancaria, fiscal, movimientos financieros, pruebas de viajes al extranjero, fideicomisos, residencias, oficinas y aviones de su propiedad.

De dicha investigación se desprende que con la puesta en marcha del NAIM, los terrenos que hoy ocupa el AICM, se pondrían “a la venta” y ahí entrarían las grandes inmobiliarias, pero ¿qué hay en dichos terrenos, además del aeropuerto?, para gran parte de los usuarios sólo está la terminal aeroportuaria, pues es la parte más visible y la que evidentemente usan; pero también en esos terrenos se encuentran las aduanas del gobierno, el centro de adiestramiento de Mexicana, el de Aeroméxico, los hangares de Aeroméxico, la terminal de Aeromar, el hangar de la SEDENA, el MRO de Mexicana, las oficinas fiscales, también de Mexicana de Aviación y el edificio corporativo de Interjet.

Todos esos edificios tendrían que mudarse y migrar al NAIM, pero… en los casos de Mexicana e Interjet, ¿cómo iba a ser eso posible, si hoy por hoy sus procesos judiciales están empantanados? No perdamos de vista que la construcción de dicho aeropuerto llevaba dos años de retraso. En el plan original debía terminarse en octubre de 2020, y posteriormente se cambió la fecha al 2022.

Ante el conflicto que sigue latente con los trabajadores de Mexicana de Aviación, resulta llamativo saber que Claudio X. González forma parte de Grupo Posadas, empresa que trianguló las pérdidas económicas de sus hoteles a la aerolínea, y las ganancias de la aerolínea a sus hoteles, creando una quiebra ficticia donde estuvieron involucrados personajes de gran calado como Gastón Azcárraga y Santiago Creel, quien a través del despacho de Grupo Omega crearon la entelequia llamada Tenedora K, que compró las acciones de la aerolínea por la ridícula cantidad de mil pesos.

A Claudio X. González no le tembló la mano para generar una narrativa de odio y golpista en contra del magisterio independiente, acusándolos de ser “maestros flojos”. Detrás de esa campaña estaba la intentona de privatizar la educación, que hoy es pública y gratuita. De la misma manera, Claudio X. González apoyó para crear la idea -que en muchos permea- de que la “quiebra de Mexicana” se debió a los altos salarios de los tripulantes (pilotos y sobrecargos).

Claudio, el hombre comprometido con la educación de calidad, y que quiere erradicar la corrupción del país, se vuelve “ciego” ante el robo descarado a los trabajadores de Interjet; curiosamente este paladín de la justicia hace oídos sordos cuando se trata de hablar de Miguel Alemán Magnani, dueño original de Interjet, que hoy se encuentra prófugo de la justicia y radicando en Francia. ¿Cómo pensará Don Claudio que se resuelva el conflicto con ese edificio corporativo?, o como buenas ratas negociadoras ¿le darían un uso distinto al mismo? Sabemos que el negocio no radica en habitar esos espacios, sino en construirlos. Especulación inmobiliaria le llaman.

Este mismo personaje que hoy pretende convertir en “mártir” al experto creador de montajes escénicos, ha repetido tantas veces la existencia de una “embestida desde el poder político de la 4T” que ya terminó creyendo que es real, y quiere darle a la sociedad un guion preconcebido sobre lo que debe creer y defender.

Los políticos que se defiendan solos, para eso son políticos, pero la sociedad tiene que ver y darse cuenta que en el actuar de estos empresarios rapaces siempre hay un trasfondo, en el que los menos importante es la población en general, preponderando la plusvalía que ellos puedan obtener, sin importar lo ético, legal o moral de su actuar.

¿Qué interés puede tener Claudio X. González en el NAIM? Por supuesto que no es el desahogo de las operaciones, ¡por favor!, él cuenta con aviones en su hangar particular en Toluca, ¿será los problemas caóticos de fin de año en migración y aduana?, ¡claro que no! él va directamente de su camioneta al avión, y viceversa, como escena de una película de Hollywood.

Estos empresarios se cubren las espaldas entre ellos; prefieren precarizar los salarios de sus trabajadores, antes que tener pérdidas económicas, y la sociedad les vale un comino. Me cuesta mucho trabajo entender al sector que repite, sin analizar, aquello de “el aeropuerto de primer mundo que cancelaron” y se entretienen en defender a capa y espada el discurso de personas como Claudio X. González; ¿de verdad vale la pena defenderlo como si fuera de su familia?

Antes de meter las manos al fuego por ellos, en cualquier tema, intenten ver qué hay detrás de toda la campaña mediática. En el caso concreto del NAIM, me queda claro que el ardid es por una pérdida millonaria, por esfumarse la posibilidad de tener terrenos “casi gratis” para luego expandir el negocio inmobiliario. En segundo plano queda el hecho de que no soportan que alguien les diga “No” a ellos, los verdaderos dueños del país.