Hace semanas se veía convulso el escenario de la sucesión presidencial, las llamadas corcholatas aparecían por todos lados. Recorrieron el país en mítines de Morena o en plenos actos de campañas políticas locales.

Incluso el INE posicionó sendas advertencias so pena de sanciones graves. Regaños para algunos desde La Mañanera. Declaraciones desafortunadas o sacadas de contexto por parte de otros.

Se percibe algo distinto en el escenario. El Canciller es el único que continúa con la misma dinámica. Aparentemente Marcelo Ebrard tiene un manual diferente. Su actuar es similar. Al representante de México en el extranjero, se le ve inconsistente en ocasiones.

Mucha diferencia lo de Adán Augusto. El secretario de gobernación ‘ordena’. Aprovecha que es el jefe del gabinete y que los mandatarios estatales pueden ver a Claudia como su igual. En ese sentido, el tabasqueño aprovecha para llevar agua a su molino. Seguro jugará un papel preponderante en el 2024. Las encuestas, sin embargo, no le favorecen.

En esa diferenciación, noto que Claudia Sheinbaum se mueve distinto. Algo sucedió días atrás. Se ve divergente y se percibe.

La jefa de gobierno sostuvo gira de trabajo por el sur de México. En Oaxaca, ahí en el Mercado 20 de noviembre, se dio tiempo de chopear un pan de yema con chocolate.

El anfitrión principal fue Salomón Jara gobernador electo, y el Gobernador Alejandro Murat. La gobernadora de CDMX hizo presencia en la tierra de Benito Juárez. Impartió una charla sobre la importancia del agua como recurso natural. La capital del país cuenta con el sistema más complejo y algo de experiencia tiene para compartir la regente.

La candidateable se mueve con la seguridad de quien se sabe con lo que hace falta para dominar el escenario político. Con un estilo diferente, que le permite llevar su voz e ideales de la cuarta transformación a más mexicanos. Recibió el respaldo del priista Alejandro Murat, en un hecho digno para el análisis.

De Oaxaca a CDMX y de ahí a Campeche. Sheinbaum estuvo en la tierra del jaguar. Habló de la educación como política social. Los cambios en la SEP y el lanzamiento de un nuevo programa de estudios son temas en boga.

La jefa de gobierno diversifica su mensaje. Es versátil en sus intervenciones. Gobernar la capital, da bagaje para compartir.

Hubo encuentro con Layda Sansores. El más comentado. La polémica gobernadora algo sabe o intuye. Tal vez sólo es sororidad. Pero se volcó en apoyar a su par capitalina. No dudó en señalar a Claudia Sheinbaum como su favorita rumbo a la sucesión presidencial del 2024.

Pero si quieren buscar algún mensaje oculto. Búsquenlo en la visita primero a Oaxaca, tierra de José Murat, y después a Campeche, de dónde es ‘Alito’ Moreno. Ambos pugnan por la dirigencia del PRI, el primero pretende tomar por asalto el CEN y el segundo, conservarlo a toda costa.

Claudia Sheinbaum comienza a tejer de manera distinta. Cambió su estrategia. Más cauta, tal vez, pero con más amplitud y serenidad. Para ser, hay que parecer. Y la regente tiene un halo distinto.

Sume usted el posicionamiento que hizo José Ramiro López Obrador, hermano del Presidente López Obrador; durante el proceso de elección del Comité estatal de Morena en Tabasco. En compañía de otros, aprovecharon para colgar una manta con la leyenda #EsClaudia.

Aunque aún no hay nada para nadie, las corcholatas logran enviar mensajes de progresión. El escenario puede moverse como lo ha hecho de tanto en tanto. Deben cuidar tanto las alianzas como la percepción lograda para no retroceder.

¡Ya se verá!

Vanessa Félix | Twitter: @vanessafelixmx