Soy muy consciente que el tema de los rankings puede ser complicado y sobre todo polémico; y más cuando el objeto a evaluar es el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Primero, debemos de tener claro que dicha terminal aeroportuaria ya estaba saturada desde el gobierno de Ernesto Zedillo. Sí, estoy hablando del siglo pasado y pido que recuerden que, aunque en ese entonces parecía una opción mandar a toda la aviación privada al Aeropuerto de Toluca, la medida no sirvió de mucho porque el “Benito Juárez” continuó con la misma afectación.
Ese fue el motivo que llevó a los gobiernos posteriores al año 2000 a plantearse la posibilidad de sacar al aeropuerto de la ciudad; el monstruo antes llamado Distrito Federal ya se había devorado los llanos de Balbuena, donde actualmente se asienta el AICM.
Dos factores: el crecimiento desbordado de la ciudad y el de las operaciones aéreas, pusieron en la mesa la necesidad urgente de buscar una solución, pero como todo en esta vida, hubo gobiernos que le rehuyeron a entrarle al toro por los cuernos y solamente ordenaron paliativos para la terminal de la capital del país.
Así pasamos por Vicente Fox, quien después del fallido intento de hacerse con los terrenos de los campesinos de Atenco, construyó la famosa Terminal 2, que desde un inicio estuvo plagada de errores en su construcción, y es una edificación que se hunde mucho más deprisa que la antigua Terminal 1, razón por la que desde su inauguración, siempre olía a caño, porque a cada rato se reventaban las tuberías de las aguas negras.
Fue hasta el sexenio de Peña Nieto que se animaron a “sacar al aeropuerto”, y mandarlo a Texcoco. Quienes conocemos a profundidad el tema aeronáutico sabemos que no les interesaba crear un super “hub”, eso lo decían de dientes para afuera, lo que les interesaba era matar dos pájaros de un tiro, por un lado especular con los terrenos que quedarían disponibles del AICM, y por otro dejar a sus empresas a perpetuidad para el manejo del mantenimiento del nuevo aeropuerto, que por las características del terreno, iba a necesitarlo de por vida.
Y no es que solamente fuese una “ocurrencia” de Andrés Manuel López Obrador; mucho antes de que él siquiera abordase el tema, José Luis Luege Tamargo estuvo 15 años tratando el tema de la construcción del “NAIM”. Un ingeniero civil de profesión, que por cierto es de filiación panista y fue director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) durante el gobierno de Felipe Calderón.
Estos datos son importantes, porque no estamos hablando de narrativas políticas, sino de factos en cuanto a temas aeroportuarios. Y es que si algo denunció el ingeniero Luege, fue que en el proyecto del NAIM no se contemplaron las implicaciones de explotar una zona de recarga hidrológica.
Ahora vamos con la realidad: el NAIM es un proyecto “que ya fue” y en su lugar se construyó el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA); sus detractores siguen asegurando que ahí no se para nadie, y que está más solo que yo mientras escribo estas líneas en mi hogar.
Desconozco por qué les cuesta mucho a los “supuestos” analistas, entender el caso de la dupla AICM-AIFA. En efecto, a pesar de todo el AICM sigue siendo la puerta de entrada al país, pero de ahí a hablar de un “desplome” o una “caída” es muy distinto.
Y es que, de verdad, si no tenemos claro cómo funciona el sistema aeroportuario, vamos a aceptar frases como “el AICM está sufriendo una crisis por la caída en el ranking de pasajeros”, como me topé en un noticiero en línea.
¿Cuál caída?, resulta que el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés) acaba de publicar un ranking, donde midió el desempeño de más de 2,800 aeropuertos de 185 países.
Y resulta que el AICM bajó 16 lugares, ¡oh qué gran tragedia griega! Claro, te vas a espantar con ese texto si es que ignoras que, en el caso del aeropuerto capitalino, desde un inicio el plan ha sido reducir las operaciones aéreas, para quitarle la saturación.
Porque, ¿para qué haces una nueva terminal aérea? ¡Pues para redirigir al pasaje!, así que las “rasgaduras de vestiduras” salen sobrando. Ahora veamos y ¿en qué lugar se posicionó el AICM? Pues de entre más de 2,800 terminales aeroportuarias el AICM se ubica en el lugar número 50.
De hecho, tratándose de la aviación de la región de Latinoamérica, no estamos nada mal, pero lo que el ranking no toma en cuenta, porque evalúa los aeropuertos de forma independiente, es como se maneja de forma conjunta el AICM y el AIFA, además de que próximamente se busca por fin tener un sistema aeroportuario metropolitano, integrando a las operaciones el Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT) y el de Cuernavaca.
En los primeros tres lugares de este ranking -con datos del 2024- en primer lugar está el Aeropuerto de Atlanta con más de 168 millones de pasajeros, en segundo lugar el Aeropuerto de Dubái con casi 93 millones de pasajeros y en el tercer puesto el Aeropuerto de Dallas con 87 millones de pasajeros.
¿Quieren saber cuántos pasajeros transportó el AICM el año pasado? Poco más de 45 millones 359 mil 485, sin embargo, no están contabilizando los 6.3 millones de pasajeros que transportó el AIFA, que sigue creciendo y actualmente está dentro del Top10 de aeropuertos nacionales, en el octavo lugar en transporte de pasajeros.
Si dejamos solamente las cifras del AICM, por poco más de 500 mil pasajeros el Aeropuerto de “El Dorado” en Bogotá, Colombia está por encima de nuestro aeropuerto capitalino, pero todo cambia cuando sumamos las cifras del AIFA, pues estaremos hablando de casi 52 millones de pasajeros.
Eso sí, el AICM se ubica por encima de aeropuertos tan importantes como el de Sao Paulo. Pero estos pseudo analistas de postín dicen que es un “fracaso el AICM” porque es una terminal “vieja”, comparada con la T2, que es relativamente nueva, aunque “hecha con las patas” por la administración de Fox.
Pasan por alto, no sé si por ignorancia o por las ganas de implementar una narrativa negativa en torno al AICM, que a través de un comunicado informaron el pasado mes de abril que la Secretaría de Marina (SEMAR), iniciaban los procesos de remodelación de dicha terminal aeroportuaria.
Aclaro que son tres proyectos: ““Proyecto integral para la remodelación de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez Ciudad de México”, “Proyecto integral para la remodelación de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez Ciudad de México” y “Supervisión del Proyecto integral para la remodelación de las Terminales 1 y 2 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez Ciudad de México”.
No se confundan, estimados lectores. No se crean el falso discurso de que “la catástrofe mundial de aeropuertos se debe a que la infraestructura es vieja, y no a todo lo que les acabo de exponer. La supuesta “pérdida” no es más que el reacomodo del tráfico de pasajeros entre el aeropuerto principal y el secundario, porque la naturaleza del AIFA en ningún momento ha sido suplir las operaciones del AICM.