Ana Luisa. Lo único en quien pensé cuando miré los vidrios romperse del Centro de Justicia Penal de Baja California Sur fue en ella. En su mamá. En su hermana. Estaban allí siendo acuerpadas por miles de mujeres compartiendo su dolor. La rabia de no tener un culpable. Quizá si a Ana Luisa no le hubieran quitado la vida quizá su familia no estaría hombro a hombro con otras que han sufrido algún tipo de violencia.

La destrucción del edificio es realmente simbólica. Su construcción ocurrió gracias a la reforma judicial efectuada por Felipe Calderón Hinojosa (2006-2011), con la que volverían más eficiente al sistema de justicia federal y estatal.

Lo inauguró Carlos Mendoza Davis hasta principio de 2016 con el objetivo de garantizar un mejor futuro con justicia penal y seguridad. Un inmueble ornamental del nuevo sistema de justicia que presumían los panistas para atender a las víctimas y que de nada sirvió a Ana Luisa porque su familia aún no hay nadie en la cárcel por su feminicidio.

Ese edificio monumental todo moderno sigue cerrado y por eso el simbolismo de tirar algo obsoleto. Para las víctimas sirve de nada ese cascajo de millones de pesos, el cual, fue resguardado ferozmente por una guardia de mujeres equipadas con escudos, cascos y gases lacrimógenos de la Policía Estatal.

Las acusaciones de la insensibilidad e incompetencia de una Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) por parte de víctimas y colectivas feministas es recurrente. La dependencia es conducida por Daniel de la Rosa quien brincó de la administración panista a la morenista sin ningún sobresalto.

“Reprobable atención que brinda la Procuraduría General de Justicia de Baja California Sur que ejecuta las leyes de tal manera que pareciera que existe una complicidad con los violentadores por la impunidad que los protege. Por todas estas violencias que vivimos diariamente, este día saldremos a las calles a protestar y a acompañarnos unas a otras”, declaró la Asamblea Feminista de Baja California Sur.

El gobernador Víctor Castro Cosío señaló que los feminicidios registrados en BCS “se han esclarecido, con lo que se ha actuado conforme a las leyes en pleno respeto a la mujer”. Ana Luisa no es el caso. Sin duda, alguien debe decirle al mandatario que con un procurador así, la casa pierde. Creo que la estrategia, si querían resguardar el santuario calderonista, creo falló o sólo siguieron el viejo manual para confrontar a las manifestantes.

¿Por qué no colocar vallas como sucedió en la Ciudad de México si tanto les preocupaba este monumento? Porque como centro de justicia, en términos generales, se parece mucho al antiguo donde el que paga obtiene la tan anhelada justicia.

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Los números de la asamblea muestran que 150 mujeres fueron víctimas de desaparición forzada y son 8 los feminicidios ocurridos en 2022. “Estas son las violencias que más notables son, pero hay muchas otras formas de violencia menos perceptibles como las 290 carpetas de investigación por el delito de violación, casi una diaria, o los 2 mil 620 casos de violencia familiar en Baja California Sur”, señalaron.

Entonces, ¿Cómo reaccionar si tus gritos, tus lamentos, tus lágrimas, tus ausencias, tus dolores, no son tomados en cuenta? ¿Qué hacer si tienes más 2 años buscando justicia? ¿Protestar? ¿Cómo confiar en estos funcionarios que en vez de escuchar mandan tirar gases lacrimógenos?

Ana Luisa todas ellas luchan por ti. Por Aolanis. Por Anita. Por Bárbara. Ellas luchan por el mundo justo en el que debiste estar tú al igual que las otras a la que les arrebataron su derecho de vivir. Ellas sueñan. Cantan. Bailan. También reaccionan.

Son guerreras

Twitter: @Cachobanzi