Google es un buscador de internet lleno de gusanos —en una mirada rápida encontré 14 tipos distintos—. Pero ahí solo hay una gusana, la famosa gusana ciega. A veces el lenguaje sexista perjudica a los machos, y qué bueno. Todo esto viene al caso por el feo show de ayer en el Senado de la República.

Algunos y algunas integrantes de la llamada cámara alta —quienes se oponen a Morena, a la 4T y a AMLO— han tomado la absurda decisión de convertir en gusanera una parte de tal espacio legislativo.

Malas noticias para la democracia mexicana, que necesita partidos y figuras políticas de oposición con credibilidad, algo que solo se logra en el debate de altura.

Por eso Andrés Manuel, día a día —muy temprano cada mañana— destruye con facilidad a quienes le combaten.

El dicho en español que aplica en estas situaciones no me gusta, ya que soy ateo. Así que no diré “a quien madruga, Dios le ayuda”, sino su versión en inglés, mucho más adecuada —sobre todo por los gusanos y las gusanas del Senado—: “The early bird catches the worm”, es decir, “el pájaro madrugador atrapa el gusano (y la gusana)”.

Este miércoles, en la mañanera, el presidente López Obrador casi seguramente otra vez aplastará a los siguientes senadores y senadoras que se vieron de un cuarto de pelo en el debate de ayer acerca del papel del ejército en tareas de seguridad pública:

  • Senador gusano productor de seda (PAN).
  • Senador gusano tejedor de la caoba (PAN).
  • Senador gusano cogollero (MC).
  • Senador gusano cuerudo (Grupo Plural).
  • Senador gusano alfiler (PAN).
  • Senador gusano informático (PAN).
  • Senador gusano barrenador (PRI).
  • Senador gusano comehuesos (PAN).
  • Senador gusano defoliador de maíz (PAN).
  • Senador gusano de bolsa (PAN).
  • Senador gusano poliqueto marinos (Grupo Plural).
  • Senador gusano cinta (MC).
  • Senador gusano de miel (PAN).
  • Senador gusano depredador Bobbit (PAN).
  • Y tres senadoras del tipo gusana ciega (PAN, PAN y PRI).

No es buena noticia que AMLO devore diariamente opositores y opositoras. Pero es lo que es. Y nomás no se ayudan quienes hacen política en el PAN, el PRI, el PRD y MC. En vez de argumentos, los y las militantes de estos cuatro partidos recurren al insulto búmeran: el que lanzan, regresa al lugar de origen y les golpea el rostro.

Un aplauso merece Lucía Trasviña, de Baja California Sur, la senadora de Morena que por dignidad no permitió que se le ofendiera y encaró a quienes han hecho de la descalificación vulgar su modus operandi en la política.

No conozco a la senadora Trasviña, pero la oposición no podrá derrotarla si ella tiene al menos la mitad de la gallardía de Víctor Manuel El Profe Castro Cosío, gobernador de ese estado.

Por cierto, los y las estrategas de oposición —que se suponen son profesionales competentes— deberán recordar a quienes hoy aspiran a la presidencia de México en el PRI, el PAN, el PRD y MC, que es muy mala idea amenazar a un presidente, sobre todo si se trata de un gobernante como AMLO que cuenta con una base social enorme. Este es un búmeran todavía más dañino, en términos de credibilidad, para quien decide aventarlo.