LOS CLAROSCUROS

¿Nos quejamos de libertades y derechos? ¿Qué razones tendría para lamentarse de la vida que le ha tocado protagonizar en esta bendita tierra?

Me despierto en las postrimerías de este mes de julio en cualquier parte de la República Mexicana y veo con desgano que apenas tengo derecho a:

Rendir culto a dioses egipcios, al dios de las cavernas o cualquier ser alado si me place.

A ser prostituto como modo de sustento -siempre y cuando observe higiene salubrista y emita factura- y siendo prostituto, ser candidato a un puesto de elección popular… hasta presidente. Sin alusión a nadie.

Tengo derecho a ‘rascarle’ fondos a mi AFORE estando desempleado. 46 días después de no checar tarjeta en ningún lado.

Puedo portar arma y usar defensa letal contra mis agresores (léase “lesionar” y “privar de la vida”), cuidando las letras chiquitas. En el Estado de Nuevo León y con condicionantes.

Puedo poseer una casa habitación con recurso del estado y no pagar por ella (INFONAVIT).

Si hubiera tenido la suerte de nacer mujer, tendría derecho a abortar. Hasta “por causas económicas graves” entre 8 situaciones permitidas.

Tengo derecho a 25 mil pesos de Crédito Solidario que extiende el IMSS a la palabra.

Con 65 años cumplidos, cuento con 2 mil 550 pesos bimestrales de apoyo por “Bienestar 2021”.

Pero si aún rondamos los 29, me deben entregar 4 mil 310 pesos por mes (Jóvenes Construyendo Futuro).

Y si aún deambulo en las aulas, deben caer a mi cuenta 2 mil 400 pesos cada treintena.

Con un chiquillo de progenie, a 1 mil 600 pesos/mes para la guardería. Y si contribuyo con la patria con más soldados, en esa medida crece la mensualidad.

Mis diputados se esfuerzan para que en una iniciativa de reforma al 71 de la Constitución, nunca más me puedan cortar la luz de mi hogar como derecho humano fundamental, al igual que ya procede el suministro de agua domiciliaria sin corte obligado por Ley.

En la región de Zongolica, Veracruz; en Chihuahua con el tristemente afamado cacique del Clan Lebarón se establecen los ejemplos de que en México se vale la poligamia –sin papeles, vale aclarar-. Pues desde 2011 el adulterio ya no alcanza cárcel y en estos lares la práctica de usos y costumbres, persiste.

Así que…

Puedo –o no- estudiar y recibir dinero asistencial. Puedo trabajar y no trabajar, ganando. Vivir en mi propia casa, ser líder del harem, armado tipo Pedro Infante; recibir dinero por mis chiquillos y chiquillas; envejecer ganando, no pagar servicios.

Y encima ¿estar enojado con los que nos gobiernan?

¡Caramba! ¡Sigan ahí otros cien años!

Amén… o como usted quiera decir.

<b>COLOFÓN.</b> Y así ¡No votamos! P.D. Faltó aclarar las viejas prácticas que nos permiten –además de recibir todo lo anterior- cobrar por ejercer el derecho sagrado del sufragio eleccionario. ¿Quién querría irse a vivir a otro país?

Todo. Todo lo que usted leyó, está inscrito y salvaguardado por la Constitución Política Mexicana y quienes hacemos patria cada día como gobernados y gobiernos.

Mi Twitter: @deandaalejandro

alejandrodeanda@hotmail.com