A partir 1996 se celebra en todo el mundo el 12 de octubre como el Día Mundial de la Artritis. La Arthritis and Rheumatism International (ARI) promovió la iniciativa, para difundir, concientizar y sensibilizar a la población sobre la enfermedad y brindar apoyo a los pacientes y a sus familias.

La artritis afecta a niños y adultos. Es una enfermedad crónico degenerativa. Significa que la enfermedad no es curable, es controlable; y de no ser diagnosticada a tiempo, es deformante e incapacitante. No se hereda, no se contagia.

En los adultos se conoce con el término de Artritis Reumatoide, en los niños el nombre apropiado es Artritis Idiopática Juvenil. El pico de mayor incidencia en la edad pediátrica es entre los 2 y 4 años. El Reumatólogo Pediatra es el especialista calificado para la atención de los niños con artritis. Es importante descartar cualquier otra causa de inflamación articular que padezcan los niños, para concluir el diagnóstico.

En el mundo afecta 1.5 por ciento de la población total, 2 millones de niños la padecen. 20 por ciento de los adultos que padecen artritis iniciaron en la edad pediátrica.

El objetivo de la difusión es concientizar a la población que la enfermedad tiene un mejor pronóstico, con detección oportuna, referencia al reumatólogo de adultos o de niños en forma temprana para el tratamiento adecuado.

El paciente con artritis requiere el apoyo de toda la sociedad. Generar conciencia que la persona que la padece requiere de acceso a los medicamentos adecuados, atención médica de calidad por el reumatólogo, infraestructura para favorecer su movilidad (rampas, barandales, asientos designados). Compresión en el ausentismo laboral o escolar por actividad de la enfermedad que se caracteriza por dolor, movilidad limitada o para acudir a sus citas de seguimiento médico, toma de laboratorios. Empatía con el paciente y su familia para tener el acceso a medicamentos, que son de alta especialidad; por consecuencia alto costo.

La relevancia de la detección oportuna y tratamiento adecuado evitará la progresión de la enfermedad. Daños irreversibles en las articulaciones en niños y adultos. Impactará en la calidad de vida del paciente y capacidad de independencia.

Acude al reumatólogo o reumatólogo pediatra para evaluación ante dolor articular persistente, rigidez, limitación al movimiento.

No queremos niños con dolor, no queremos que la artritis les robe la infancia.

Queremos niños jugando, aprendiendo y soñando tranquilos.