Nunca he entendido el propósito de las vedas electorales. Como si con ellas algo fuera a cambiar para bien del país y de los mexicanos.
Lo que sí se agradece es que en radio y en televisión ya no seguimos torturándonos escuchando y viendo cada 5 minutos los spots publicitarios de los candidatos, con sus cancioncitas y bailecitos absurdos y sus chillantes voces. Incluso son grabados con volumen alto, por lo que se volvió una costumbre bajarle a la tele o al radio cada vez que empezaba el spot. En lo personal a mí no me provocaba nada tanto anuncio ni me inclinaba a votar por uno o por otro candidato.
Yo de verdad espero que las cosas cambien en un futuro y ya no sigan siendo del siglo pasado literalmente y en las próximas elecciones se replanteen mejor las cosas en épocas electorales: No más vedas ni mítines políticos.
En mi opinión, ambos fueron un verdadero fracaso. Y un peligro como se pudo saber en el mitin de Movimiento Ciudadano en donde desgraciadamente murieron 9 personas y muchas más heridas por la caída del templete. También en esos mitines fue carne de cañón para los sicarios que no desaprovecharon los tumultos y el caos para asesinar a no pocos candidatos.
Me parece que también que los mítines deberán desaparecer en un futuro, los costos son muy altos.
Y bien amigos pues yo llegué al 1 de junio del 2024. Saber que mañana serán las elecciones más importantes de que se tengan memoria en este país me llena de diferentes emociones y sensaciones.
Yo no debería de estar viva a estas alturas, he estado muy cerca de morir muchas veces, y siendo yo una mujer apasionada de la política, poder vivir y ver este momento histórico es realmente maravilloso y milagroso para mí.
Pienso mucho en mi padre quien era un analista político sin el siquiera saberlo y que devoraba todos los periódicos que estaban en circulación todos los días y que hablaba de política en reuniones y con amigos, lamento mucho que no esté con vida para vivir este momento. Seguramente lo hubiera disfrutado, preocupado, sacudido y accionado.
Él era un hombre que nunca dejó de ir a votar. Recuerdo verlo de adolescente, arreglarse en domingo para ir a votar y yo pensaba: “Por Dios, pero qué flojera” y me preguntaba: “¿Para qué se peina?”. Y a él no le importaba nada ni mi opinión y lo único que me importaba era salir y emitir su voto.
Hoy lo extraño mucho más porque me imagino qué bonito hubiera sido poder haber ido con él a votar.
También me emociona saber que habrá una presidenta mujer.
Desgraciadamente el ambiente está tan enardecido y colérico que estamos perdiendo de vista que este momento es histórico. Que México vaya a tener por presidenta a una mujer no es cualquier cosa.
También pienso que sinceramente a mí no me gustaría estar en los zapatos ni de Claudia ni de Xóchitl: el paquete es enorme y muy duro de llevar. Supongo que Claudia se siente más apoyada para cargar con un país tan herido, pero a Xóchitl nada más la rodean puros estorbos, ella nos necesitaría a todos.
Por eso pienso que como nunca los mexicanos tendremos que ponernos a trabajar a la par de la que vaya a ser nuestra presidenta, así no la hayamos elegido.
Tenemos que apoyarla, para que todo fluya bien para el país, tenemos que salir a dar lo mejor de nosotros no solo en estas épocas electorales sino de ahora en adelante y todos los días. No se equivocaba Andrés Manuel cuando hace tiempo aplaudió que unos pobladores construyeron su propio caminito en su municipio. Uno pensaría (yo lo pensé) “pues esto le toca hacerlo al gobierno”, pero después creí que tendremos más o menos que ir construyendo del mismo modo caminitos y puentes como ciudadanos para que México crezca y se florezca en verdad.
Dejarle todo el peso a la presidenta triunfante en cuestión es un absurdo. No se puede. La duda que me queda es si las presidentas se dejarán ayudar. Hay gente que es muy soberbia y que no quiere ni sabe pedir ayuda.
Me preocupa la altivez con la que se envuelven los políticos cuando llegan al poder. Parece que se creen que son Dios que nadie les puede dirigir la palabra.
Espero con el corazón que exista la cordura y la humildad en la presidenta ganadora. Que pueda aceptar un “¿te ayudo?” Venga de quien venga.
Hoy es 1 de junio del 2024. Mañana es el día tan esperado por muchos mexicanos, es el día de las elecciones.
Y también me impresiona que hayamos podido llegar con vida los que aquí me leen a la casi mitad de año.
La vida es tan fugaz y se va tan rápido.
No quiero hacer esta comparativa pero la haré: Soy cruzazulina de corazón, sé lo que emocionarse y temblar de emoción cuando casi pareciera que el Cruz Azul nos brindará alguna victoria, pero luego todo quedan en sombras cuando pierden y el dolor es verdaderamente ensordecedor. Lo he vivido cientos de veces.
No quisiera sentirme así mañana si las primeras encuestas de salida no reflejan los resultados que yo esperaría. No quiero caer en este desánimo y en esta tristeza porque necesito estar fuerte para poder seguir construyendo algo por mi país.
Necesito seguir creyendo a pesar de todo. Necesito seguir teniendo fe en que podré seguir escribiendo con total libertad acerca de lo que me agobia, me inquieta, me enoja o me apasiona. Pero hay que tomarnos las cosas con calma.
Sin embargo, hay que ser buenos observadores. Esto jamás lo había vivido ningún presidente, el que la gente cada vez más avispada cuenta con un celular en donde puede constatar y dar testimonio de cualquier atropello, injusticia y barbaridad. Es decir que la presidenta en turno va a estar muy vigilada por muchos mexicanos.
No puede darse el lujo de equivocarse grandemente porque no se lo pasaremos. No lo digo evidentemente como amenaza sino como un aviso de que tengan bien claro que las estaremos vigilando para que hagan bien su trabajo, para que los recursos lleguen a donde tienen que llegar, para que se deje de lucrar con los programas “sociales” y sean efectivos pero que no lo sean todo.
Hoy es 1 de junio y siento que falta un año para el 2 de junio. Ya casi llegamos a la meta. Pero ahí no acabará todo. Apenas empieza Y ruego a Dios que tome buen camino esto que mañana inicia.
Es cuanto.