Por Olga Borobio. Corresponsal
Berlín, 17 Feb (Notimex).- Christian Wulff fue el presidente más joven de Alemania, el único al que una fiscalía abrió una línea de investigación mientras ocupaba el cargo, y el primero al que siguió una cascada de informaciones tras dar beneficios a amigos ricos.
A eso se suma el haber tratado de reprimir a la prensa con amenazas cuando ésta se proponía publicar el primer reportaje de investigación sobre su relación con amigos ricos, y el intercambio de regalos por beneficios.
Dicho comportamiento resultó decisivo para la caída de Wulff, porque a partir de entonces se publicaron numerosas nuevas investigaciones sobre sus relaciones con amigos ricos y empresarios.
Wulff asumió el cargo cuando hace 19 meses tenía 51 años, después de haber sido electo por el Bundestag (Parlamento) a la tercera ronda de votaciones y un forcejeo con la oposición.
Su declaración política más sobresaliente y que produjo una fuerte controversia en el país fue su afirmación de que ?el Islam pertenece a Alemania?, con lo que trató de emitir una señal para la integración de millones de turcos que viven en el país.
Desempeñaba el cargo de gobernador del estado germanoccidental de Baja Sajonia cuando fue propuesto por la canciller federal Angela Merkel para el cargo de presidente, después de que el político en el cargo, Horst Köhler, renunció a causa de críticas en los medios de comunicación alemanes.
Köhler declaró estando en un viaje en el extranjero que la operación Atalanta para frenar la piratería marítima en el cuerno de África era también interés de Alemania, país que tiene una economía exportadora, porque la misión internacional tiene el efecto de mantener libres las vías de comunicación para las mercancías y el comercio internacional.
Wulff, católico, se divorció siendo presidente de Baja Sajonia, y se casó con su asistente Bettina, de 38 años de edad, quien se convirtió posteriormente en la Primer Dama más joven en la historia de Alemania.
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