Buenos Aires, 28 feb (EFE).- Familiares del medio centenar de muertos que dejó la semana pasada un accidente ferroviario en Buenos Aires marcharon hoy por las calles de la capital argentina para exigir justicia.

Los manifestantes, quienes portaron pancartas y fotos de las víctimas de la tragedia, rodearon el Obelisco, en pleno centro de la ciudad, y posteriormente se dirigieron a la Plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno argentino.

La manifestación se produjo horas después de que el Gobierno de Cristina Fernández anunciara hoy la intervención "temporaria y cautelar" de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), la concesionaria del tren siniestrado.

La intervención se prolongará durante 15 días o mientras dure la investigación judicial abierta para esclarecer responsabilidades por el siniestro, una de las más graves tragedias ferroviarias que ha sufrido Argentina.

El accidente ocurrió el pasado miércoles, en plena hora punta matinal, cuando un tren procedente de la localidad bonaerense de Moreno chocó contra un andén de la estación Once, una de las tres más importantes de Buenos Aires, por causas que aún se desconocen.

La decisión de intervenir TBA se produce tras las críticas lanzadas por familiares de las víctimas y por dirigentes de la oposición contra el Gobierno de Fernández y ante las insistentes demandas de depuración de responsabilidades que se han escuchado en los últimos días y han desbordado las redes sociales.

Tras cinco días de silencio, Fernández se refirió este lunes al tema durante una acto de reivindicación nacionalista en el que urgió a la Justicia a concluir el proceso de investigación en 15 días y adelantó que esperaría a conocer las pericias judiciales para tomar una decisión sobre la red ferroviaria de cercanías.

Fuentes del juzgado del juez Claudio Bonadío, quien investiga el siniestro, han advertido que "la pericia no es un hecho político sino técnico que puede durar menos o más de 15 días".