Sídney (Australia), 27 feb (EFE).- La primera ministra australiana, Julia Gillard, se impuso hoy al exministro de Exteriores Kevin Rudd en la votación interna celebrada por el gobernante Partido Laborista para resolver la lucha por el liderazgo.

Gillard fue reelegida por 71 votos frente a los 31 obtenidos por Rudd, al final de la votación realizada a puerta cerrada por el comité ejecutivo del partido en una reunión en el Parlamento de Camberra, y a la que solo faltó una legisladora que está de baja por maternidad.

Gillard convocó el jueves pasado a los 103 miembros de la ejecutiva a votar, en un intento de zanjar la crisis agudizada por la reciente renuncia de Rudd al puesto de ministro de Exteriores, a quien desbancó de los cargos de líder de la formación y de primer ministro en 2010 tras una revuelta en el seno de la agrupación laborista.

Aunque ya antes de la votación surgieron señales de que Gillard contaba con apoyo suficiente para mantenerse al frente, el resultado de hoy consolida su mandato.

Gillard agradeció en rueda de prensa, el apoyo "abrumador" de sus correligionarios y elogió la gestión de su rival cuando fue primer ministro (2007-10) y hasta hace poco en calidad de titular de Exteriores.

Ahora que "se ha terminado el drama político", el partido laborista y el gobierno "se centrarán" en el pueblo australiano y el país, señaló la primera ministra.

"Me siento impaciente, quiero retomar el trabajo de construir el futuro de la nación", dijo Gillard, quien apuntó que confía en mantener al partido "unido" con la finalidad de poder ganar las próximas elecciones, previstas en 2013.

Gillard indicó que por el momento Craig Emerson, actual titular de Comercio, asumirá de forma interina la cartera Exteriores hasta que en los próximos días se nombre al sucesor de Rudd.

Rudd, quien ha indicado que tiene la intención de ejercer la labor de legislador sin cargo en el Ejecutivo, restó importancia a las recientes críticas recibidas desde un sector de su partido.

"Es tiempo de que se sanen las heridas", acotó Rudd en otra rueda de prensa, tras comprometerse a trabajar para conseguir la reelección de Gillard en los próximos comicios.

Una encuesta de la consultora Newspoll divulgada hoy indica que la popularidad de Rudd es de 53 por ciento, mientras que la de Gillard, que gobierna en minoría con el apoyo de varios diputados independientes, es del 28 por ciento.

Según las encuestas, la popularidad de Gillard ha descendido debido a medidas polémicas, como la de tasar las emisiones de gases contaminantes de las grandes empresas o la propuesta de fijar impuestos al superávit de las mineras.

Tras conocer el resultado de la votación en el seno del partido rival, el líder de la oposición, Tony Abbott, indicó ante la prensa, que "nada cambiará" a raíz de la victoria de Gillard, a quien criticó por perseguir "salvar su puesto de trabajo" en lugar de defender el de los australianos.