En Arabia Saudita, líder en la exportación mundial de petróleo y una de las primeras veinte economías más grande del planeta, existe una de las más rigurosas interpretaciones del derecho islámico por lo que la mayor parte de las libertades fundamentales están restringidas. Además, existe la pena de muerte.
En 2013, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU denunció “el importante aumento de las condenas a muertes en el reino” saudí. Con todo y denuncia del organismo, este martes la agencia AFP reporta que dos personas más han recibido la pena capital.
Dos hombres, uno acusado de infanticidio y otro de brujería, fueron decapitados.
“Las dos ejecuciones tuvieron lugar en la provincia de Jauf, en el norte de Arabia Saudita. Con ellas se eleva a 19 el número de personas ejecutadas desde el inicio del 2014”, destaca la agencia francesa.
En 2013 al menos 78 personas de diferentes nacionalidades fueron ejecutados en el país que mantiene a una de las últimas cuatro monarquías absolutas del mundo. La violación, el asesinato, la apostasía (negación, renuncia o abjuración a la fe en una religión), el robo a mano armada y el tráfico de droga son delitos pasibles de la pena capital en el país arábigo.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han pedido “una moratoria” en las ejecuciones, que cada año se cuentan por decenas.
Con información de AFP