Londres.- Los padres de seis niños que murieron este mes como consecuencia de un incendio que se registró en su casa en Derby (norte de Inglaterra) comparecerán hoy ante un tribunal acusados de su asesinato, según confirmó la policía.

El pasado 11 de mayo, un incendio desatado de madrugada en una vivienda de esa localidad terminó con la vida de cinco de los hermanos, de edades entre 5 y 10 años, que fallecieron dentro de la casa, mientras que un sexto, de 13, murió tres días más tarde en el hospital.

Los padres de los menores, Mick Philpott, de 55 años, y su esposa, Mairead, de 31, fueron detenidos el pasado martes por su supuesta implicación en el siniestro y posteriormente han sido acusados.

La policía de Derbyshire informó de que se empleó gasolina para iniciar el incendio mortal que empezó, según parece, debajo del buzón familiar a altas horas de la madrugada, mientras los seis niños dormían en la planta de arriba de la casa.

Cinco días después del suceso, el matrimonio Philpott convocó a los medios de comunicación para mostrar su agradecimiento a las personas que trataron de rescatar a los niños así como el apoyo recibido por parte del vecindario.

El inspector adjunto de la policía local, Steve Cotterill, ha dicho que la acusación de los padres "no supone el fin de la investigación" y animó a cualquier ciudadano con información relevante a acudir a las fuerzas del orden.

En 2006, la familia Philpott atrajo la atención mediática cuando el padre de los menores fallecidos pidió a su Ayuntamiento que les concediera una vivienda de protección social de mayor tamaño.

En 2007, la exdiputada conservadora Ann Widdecombe pasó una semana conviviendo con esa familia como parte de un documental realizado para el canal de televisión británico ITV y Mick Philpott intervino en otra ocasión en un popular programa de televisión, el Show de Jeremy Kyle.

El pasado 11 de mayo, día en que se produjo el incendio, la policía detuvo como sospechosos de asesinato a un hombre de 38 años y a una mujer de 28, aunque ambos fueron puestos en libertad sin cargos al día siguiente.