La medida de sacarse los zapatos para realizar el escaneo de seguridad en los aeropuertos de Estados Unidos desapareció, según medios de comunicación en ese país.
ABC News señaló que existe un memorándum interno que ya tienen los oficiales del Departamento de Seguridad en el Transporte (TSA) y que se empezó aplicar el domingo 6 de julio, retoma la agencia AP.
De acuerdo con ese memorándum, la medida se aplica a todos aeropuertos de Estados Unidos, aunque otros medios como NBC News señalan que en realidad la medida es paulatina y solo se aplicaría a una tanda de aeropuertos junto a algunos que ya tenían aprobada la medida. Los nuevos aeropuertos con la medida serían solo:
- Baltimore/Washington
- Fort Lauderdale
- Cincinnati/Norte de Kentucky
- Portlan
- Filadelfia
- Piedmont Triad
Aeropuertos de Estados Unidos ya no te obligarán a quitarte los zapatos: Gobierno de Donald Trump no lo ha hecho oficial pero ya estaría pasando
Independientemente de si es una medida eliminada al cien por cieno de manera paulatina, la información no ha sido confirmada públicamente por el gobierno de Donald Trump.
Esta medida ha estado vigente casi 20 años y los únicos que la podían evitar eran quienes contaban con el programa TSA PreCheck.
Este programa pasaba previamente por un proceso de elegibilidad y duraba cinco años, el cual prometía comodidad y menos restricciones.
Los pasajeros con este programa evitaban quitarse los zapatos, cinturones y chaquetas ligeras.
Aeropuertos de Estados Unidos ya no te obligarán a quitarte los zapatos: ¿Desde cuándo se hacía?
Esta medida de quitarse los zapatos para el proceso de revisión de seguridad se empezó a aplicar ante la posibilidad de que pasajeros transportaran bombas en su zapato.
En 2001 se dio el caso de Richard Reid, un pasajero que viajó de Paris a Miami, quien intentó detonar una bomba al aire escondida en su zapato.
Este fue un intento fallido, no obstante, de haberse consumado habría sido una tragedia.
Cabe recordar que la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) se creó en noviembre de 2001 por el presidente George W. Bush después de los atentados de 11 de septiembre.