Los niños siempre han sido un problema para la religión (sea cual sea esta), en el sentido que estos no encuentran tan interesante los temas de esa índole, por lo que optan por no prestar mucha atención a estos.
En ese sentido, un templo budista de Bankok, en Tailandia, ha optado por poner estatuas de superhéroes a lo largo de sus instalaciones, con el fin de que los infantes sientan curiosidad y visten el lugar de oración.
Si bien hay muchos que se oponen a esta iniciativa, tanto padres de familia, como comerciantes y los mismos monjes señalan que se trata de algo positivo, pues los niños se ven atraídos por las figuras superheróicas, lo que significa un mayor número de vistas, lo que aumenta las ganancias de los locales aledaños; además de, en palabras de Surin, uno de los monjes que ahí habitan, esto sirve como primer paso para introducir a los pequeños en las enseñanzas de la religión.
Con información de Sin Embargo.