El telescopio TESS de la NASA acaba de hacer uno de sus descubrimientos más impresionantes; se trata de TOI-849b, un planeta rocoso masivo con dimensiones similares a las de Neptuno; algo que no debería de ser posible de acuerdo a los astrónomos.

TOI-849b está ubicado a 730 años luz de la Tierra, tiene un radio 3.4 veces más grande que nuestro planeta, lo que significa que es 40 veces más grande; además de que se encuentra muy cerca de la estrella de su sistema, completando su traslación en menos de un día.

La temperatura de su superficie llega a alcanzar los 1500º, lo que significa que la parte iluminada prácticamente está fundida; además, se estima que tiene una densidad media de 5.2 gramos por centímetro cúbico, haciéndolo muy parecido a la Tierra en ese sentido.

TOI-849b

¿Por qué se dice que TOI-849b no debería de existir?

De acuerdo con el artículo de la revista Nature que dio a conocer el descubrimiento, TOI-849b no debería de existir porque rompe con todo lo establecido en cuanto a planetas masivos y "súpertierras", pues no se adecua a ninguna de las descripciones de dichos astros.

Para empezar, se tenía señalado que los planetas masivos, aquellos con tamaños similares o superiores a Júpiter y Neptuno, eran gigantes gaseosos con órbitas cerradas; por su parte, las "súpertierras", son astros rocosos, por lo menos del doble de la Tierra; pero sin llegar a la dimensiones de Neptuno.

Júpiter

TOI-849b rompe con ambos estándares, puesto que su tamaño corresponde más a un planeta compuesto por gas; pero en su caso, es sólido en todos sus aspectos.

Se cree que pudo haber alcanzado ese tamaño debido al choque con otros planetas durante su desarrollo, lo que aumentó considerablemente su masa. Aunque no se descarta que en realidad no sea un planeta, sino el núcleo de un astro compuesto de gas que fue perdiendo atmósfera por la energía de su estrella.

Con información de Nature.