La sonda Dawn de la NASA finalizó una productiva e interesante misión que le permitió darnos a conocer nuevos detalles sobre en planeta enano Ceres; entre otras cosas, los especialistas a cargo descubrieron que los puntos brillantes que se ven en la superficie, podrían indicar la presencia de océanos salados subterráneos.
Dawn consiguió acercarse al cráter Occator, que se habría formado por un impacto hace 20 millones de años y la información recolectada indica que no es un cuerpo rocoso, sino de un mundo oceánico.
De acuerdo con los informes de la expedición, Ceres, ubicado en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, mostró superficies con carbonato de sodio, elemento que en nuestro planeta puede hallarse a gran profundidad en los océanos.
Los investigadores analizaron las imágenes captadas por Dawn y combinaron las observaciones con el modelado térmico; así detectaron cambios de densidad que señalan la existencia de un depósito profundo de agua salada.
Dawn fue una sonda espacial lanzada por la NASA el 27 de septiembre de 2007 con la misión de explorar Ceres y el asteroide Vesta; en la primera etapa, entre el 2011 y 2012, exploró Vesta y en 2015 llegó al planeta enano para continuar con su cometido.
En 2017, la NASA anunció que la misión se extendería hasta que la sonda se quedara sin combustible, lo que ocurrió en 2018.