Si son asiduos videojugadores, sabrán que se trata de un hobby en general agradable con virtudes que van desde lo técnico, hasta lo estético y social; no obstante, como todo en este mundo, sin la debida dirección se puede caer en un abuso, el cual podría generar una adicción.

Tal es el caso de Billy Brown, un hombre de 24 años que pasó los últimos 7 recluido en su casa debido a su fuerte adicción a los videojuegos.

Según comenta a la BBC, desde niño tuvo problemas para socializar debido a que era una persona muy enfermiza; una muestra es que sólo tuvo el 13% de asistencia durante la secundaria. Sin embargo, todo se agravó previo a su ingreso a la universidad, el estrés y una lesión en los tobillos hizo que encontrara "un refugio" en los videojuegos.

Al poco tiempo decidió dejar sus estudios y se encerró en su casa, saliendo sólo cuando tenía cita con el médico. 

Menciona que pasaba todo el día en bata frente a la computadora, descuidando su estado físico; aunque asegurando estar al pendiente de su madre. Fue tanta su desidia que llegó a pensar en el suicidio, pues no le veía un sentido real a la vida.

No obstante, en 2017 llegó a la conclusión de que si no pedía ayuda podría pasar el resto de su vida encerrado en su propio hogar; por lo que solicito apoyo del grupo Game Change, el cual le ayudó a superar su adicción. Ahora prepara un juego de rol, el cual ayude a otras personas a socializar, pues no este tipo de obras no requieren de tecnología, sólo de papel, lápiz y un grupo de gente reunida en el mismo lugar.

Hay que mencionar que su historia, aunque con un alto aliciente motivacional; puede servir para la polémica desatada a raíz del nombramiento de la "Adicción a los videojuegos" como una enfermedad por parte de la OMS, categoría que jugadores no adictos, empresas y organizaciones relacionadas a los interactivos rechazan.

Con información de BBC.