En Japón está pasando algo que nadie creería; ya no ha ninjas, o mejor dicho, queda pocas personas dispuestas a mantener dicha tradición milenaria.

Pongámonos en contexto. Resulta que el pueblo de Iga es famoso por ser el lugar donde nacieron los shinobi, de ahí que cada año haya un festival que celebre a estos personajes. No obstante, desde hace tiempo, las festividades están en peligro, pues existe una escasez de personas jóvenes que interpreten dicho papel en la región. 

El problema surgió porque el lugar es de ambiente rural, por lo que no hay muchas oportunidades de trabajo para personas ajenas a profesiones relacionadas, por lo que se ha dado un movimiento poblacional a las grandes ciudades del país asiático.

Asimismo, la buena economía japonesa, así como la calidad de vida, también afectaron esta tradición; pues al no haber una tasa de desempleo considerable, ninguna persona se interesa en vestirse con traje de batalla y hacer suertes de combate en la calle. Digamos que no se ve como un trabajo serio o real, sino como algo que se hace "por amor al arte".

Curiosamente, existen incentivos para aquellas personas dispuestas a personificar a un shinobi. Si te animas a hacer tu mejor representación de Ryu Hayabusa, puedes ganar entre 23 mil y 85 mil dólares (entre 400 mil y un millón de pesos) en las 5 semanas que dura el festival.

Hay que mencionar que no es la primera vez que sucede esto con las artes marciales japonesas; anteriormente se dio a conocer que existen pocos maestros de Judo que puedan impartir clases en las escuelas. Por lo pronto, el alcalde de Iga, con el aval del gobierno japonés, ha emprendido un agresivo plan para promocionar la ciudad y el ninjutsu, con el fin de captar la atención de la gente en todo Japón.

Con información de Bussiness Insider.