La crisis climática es una realidad de la que tenemos que ocuparnos todos y desde cada aspecto de la vida, no sólo separando la basura o usando más la bicicleta para transportarnos. Una parte de lo cotidiano en donde no ponemos mucha atención a pesar de su relevancia es la alimentación.

Una nueva investigación realizada por expertos de la Universidad de Oxforn, reveló que cambiar nuestra alimentación habitual por una dieta parcialmente vegana, es decir, una de cada tres comidas que hacemos, podría reducir las emisiones de carbono relacionadas con la alimentación humana hasta el 60%.

Además de lo anterior, más de un estudio científico ha develado las consecuencias de llevar una dieta mayormente carnívora; por ejemplo: se encontró que al comer 50 gramos más de carne roja procesada por día en comparación con una persona que come una dieta occidental típica, aumenta hasta 41% las posibilidades de morir durante el siguiente año. 

Al mismo tiempo, existe la hipótesis de que 50 gramos de carne roja equivale a 20 veces las emisiones de gases de efecto invernadero y requiere 100 veces más el uso de la tierra que una porción de 100 g de vegetales. Esto ha sido calificado como que la carne roja es aproximadamente 35 veces más dañina que un tazón de verduras, según The Economist. 

Parte del impacto ambiental que tiene el consumo de carne es la cantidad de gases que emiten los rumiantes que se usan en la industria, además de la contaminación generada en los procedimientos para conseguir su alimento y las enormes cantidades de tierras que requieren.

Con información de Big Think.