Seguramente has escuchado hablar de Iskra Lawrence, una modelo talla grande que se ha preocupado por promover el amor al cuerpo y la autoaceptación a través de diversas formas como quedarse en ropa interior en un vagón del metro en Nueva York. Ahora, Lawrence aprovecha sus redes sociales; especialmente Instagram, para demostrar que en el mundo de la moda no todo lo que vemos es real, y el estereotipo de belleza puede estar basado en retoques digitales.

Iskra publicó una imagen donde podemos verla con un abdomen plano y marcado, pelo abundante y una cintura pequeña, fotos retocadas digitalmente hace unos 7 años, cuando empezaba su carrera.

“Puede que se estén preguntando quién es esta chica rubia. Bien, ¡soy yo! Hace unos seis o siete años, ¿Esa piel como de bebé? No es mía: es producto de un programa de computadora. ¿Y ese volumen en el pelo? Extensiones”, dice la publicación.

“La cintura, las piernas y los brazos fueron estilizados con Photoshop. No se me ven las bolsas en los ojos. Bueno, en realidad, no tengo nada que recuerde a mi verdadero aspecto. Y lo peor de todo es que ¡yo quería verme así!”, continúa.

Iskra dijo que cuando empezó su carrera pensó que un cuerpo perfecto le traería más trabajo; pero confiesa que lo único que ganó fueron inseguridades y problemas con su físico.

“Por favor, NUNCA se comparen con las fotos que vean, porque muchas no son reales. La perfección no existe, así que intentar conseguirla no es un objetivo realista. Retocar las imágenes no los hará felices”, concluyó.